http://evoandproud.blogspot.com/2014/05/what-happened-in-1980s-to-reaction-time.html
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https://www.firstthings.com/article/1998/06/the-revenge-of-conscience
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1111/pops.12347
Si et penses, no hi ha motiu. Vox és un partit minoritari. Inclús si fora majoritari, el sistema té mil maneres de perpetuar-se, més enllà del resultat de les urnes.
Llavors perquè tant de nerviosisme? Per què tanta paranoia?
Imagina que un home està enganyant a la seua dona i ningú ho sap.
De sobte, algú li fa una broma sobre adulteri, de forma innocent.
I ell reacciona violentament perquè està molt nerviós i se sent culpable.
És el poder de la conciència
La conciència és una cosa innata i no es pot desconnectar. Es pot distorsionar o intentar reduir amb molta energia psicològica, però no apagar completament
Per què els membres dels ISIS tenen que justificar-se a ell mateix que maten als seus enemics?
https://theconversation.com/how-isis-terrorists-neutralise-guilt-to-justify-their-atrocities-66593
Han de neutralitzar la culpa de matar a infidels per un grapat de mecanismes psicològics, que es mostren en l’article
Per què? Si estan fent el que Déu els diu: matar a l’infidel i conquistar les terres per a l’Islam?
Deurien d’estar orgullosos i en pau. Però veus que lluiten amb la seua culpa
És perquè la culpa és innata. És algo biològic i no cultural. Si fora cultural, els musulmans no tindrien que sentir culpa de matar a infidels
La conciència (composta d’empatia i culpa) és innata.
«Porque los que no son judíos obedecen los mandatos de la ley de Dios, aunque no la conozcan, pues ellos mismos saben qué es lo bueno y qué es lo malo. Es como si tuvieran la ley escrita en su mente. Su conducta así lo demuestra, pues cuando piensan en algo, ya saben si eso está bien o mal.» (Romanos 2, 14-16, Traducción en lenguaje actual)
La conciència está escrita en su mente [la mente de los no creyentes] perquè no depén de la religió perquè és innata (posada per Déu).
Això és el que passa als progres
Passen la vida justificant-se a ells mateixos (eixe és un dels principals objectius de la religió de l’egoisme)
Usen arguments pseudo-racionals progres per justificar tot el que fan
Però no estan en pau, perquè no poden suprimir la veu de la conciència
Això produeix vàries patologies
La primera és l’instint totalitari. De sobte, a un homosexual, que pot fer el que li dona la gana, «casar-se», adoptar fills i que es alabat per tota la gent i apareix com fantàstic en totes les pel·lícules i sèries…
… li molesta moltíssim saber que algú parle mal del que fa, encara que ell no estiga present.
I trau lleis contra la LGBTIfobia perquè ningú, en cap lloc, puga parlar malament dels homosexuals.
Obviament, este no és el comportament d’una persona equilibrada.
Sé que hi ha gent que parla malament de mi (o dels cristians, per exemple, o dels de dreta) a la meua esquena, però no faré una llei per acallar a tot el món que em critica
El problema és que esta gent està tota la vida lluitant contra la seua pròpia consciència i, quan sap que algú pot parlar malament d’ells, no ho pot suportar, perquè li revifa el conflicte intern
Per això volen fer callar a tot el món i obligar a que tots els aplaudisquen, perquè pensen que així se sentiran bé
La segona patologia és la paranoia
Com en el fons, els progres saben que estan fent malament (encara que vulguen enganyar-se a ells mateix, «su conciencia les acusa» – esta és una altra traducció del passatge bíblic anterior)
Quan veuen que hi ha un partit que no es plega a tots els seus postulats, com Vox, entren en pànic
És com l’adulter que reacciona desproporcionadament a una broma sobre l’adulteri
En el fons, ells senten que no ho estan fent bé i que, per tant, la seua posició és fràgil.
Per tant, quan veuen algú que va en contra, ho magnifiquen i pensen que el seu món està a punt d’ensorrar-se com un castell de naips
Perquè en el fons, ells tenen un castell de naips (de cartes) dins d’ells i passen la vida intentant que no es caiga
I això els fa paranoics. I per això tanta reacció exagerada a Vox
Com l’exemple de l’adulteri…
Los mecanismos de regulación social
Dejados a nuestros instintos más básicos, cada persona seguiría su egoísmo innato (pecado original, ver más abajo) y lucharía por obtener lo máximo para ella, sin importarle los otros. La sociedad degeneraría en una lucha de todos contra todos donde la fuerza predominaría. A esto se le llama anarquía.
Si esto no es así, es porque las religiones que hay en la sociedad impiden que las personas se comporten de forma antisocial al 100%. Para ello tienen tres mecanismos psicológicos:
- La conciencia o el mecanismo que nos impulsa a hacer lo que nos dice nuestra religión personal (o, más concretamente, nuestra ética personal). Parte de él es el sentimiento de culpa que tenemos cuando hacemos algo que sabemos que está mal. Parte de él es la empatía que sentimos por otras personas y que nos impulsa a hacerles bien. La conciencia es un mecanismo individual, que no necesita de otras personas para activarse. La conciencia es el mecanismo más poderoso pues nadie puede escapar de sí mismo.
- La vergüenza o el honor es el mecanismo que nos impulsa a hacer aquello que la gente que nos conoce considera bueno. El impulso aquí no es hacer el bien, sino ser considerado «bueno» por la comunidad (familia, amigos, vecindario, etc). (Esto lleva a patologías cuando está desconectado de la conciencia, como el postureo moral). Obviamente, para que funcione, la vergüenza necesita una comunidad. Cuando la persona está sola o en un país donde no conoce a nadie, no se puede aplicar la vergüenza. Así que de la vergüenza se puede escapar ocultándose de la comunidad, por lo que no es tan efectiva como la conciencia.
- El egoísmo o interés propio es el mecanismo que nos lleva a hacer lo que nos da más placer o nos evita más dolor. Como veremos, el egoísmo es un mecanismo anti-social, pero también puede ser pro-social. En una sociedad donde los incentivos están a favor de la ley natural, el egoísmo puede ser usar de formas pro-sociales. Los incentivos de una sociedad los regula la ley, aunque
Por poner un ejemplo, si me encuentro con una menor atractiva, yo podría violarla porque tengo más fuerza que ella. Si no lo hago es porque pienso que está mal (conciencia), pienso que mi familia y mis amigos se avergonzarán de mí y me marginarán (vergüenza) o pienso que esto me puede llevar a la cárcel (egoísmo).
Tipos de sociedades según los mecanismos de regulación
En una sociedad, la conciencia y la vergüenza están reguladas por la religión mayoritaria de las personas y las comunidades (no confundir con la religión oficial, ver más arriba) mientras el egoísmo está regulado por la ley (basada en la religión oficial de la sociedad). Por supuesto que hay aspectos que se escapan a esta regulación, pero aquí sólo estamos interesados en lo que se puede regular.
- Se dice que una sociedad o comunidad es orgánica si los conflictos se regulan mayoritariamente por la conciencia y la vergüenza, es decir, por la religión mayoritaria. La sociedad se autoregula a escala humana sin intervención del poder. Hay dos tipos de sociedades orgánicas:
- Sociedades de la culpa. Se regulan mayoritariamente por la conciencia.
- Sociedades de la vergüenza. Se regulan mayoritariamente por la vergüenza.
- Se dice que una sociedad es una sociedad de poder, si no se regulan por la conciencia y la vergüenza, sino que las regula el poder, ya sea centralizado o distribuido. Hay dos tipos de sociedades de poder:
- Sociedades anárquicas. Se dice que una sociedad o comunidad es anárquica si ninguno de los mecanismos de control funcionan en su mayoría. En sentido estricto, no es una sociedad, sino una lucha de todos contra todos y los conflictos se regulan por la fuerza física o económica, que es una especie de poder distribuido. Los periodos de anarquía son raros en la historia humana, pero existen.
- Sociedades totalitarias si los conflictos se regulan mayoritariamente por la ley de la sociedad. La conciencia y vergüenza no tienen mucha importancia en estas sociedades y la ley se expande para llenar el vacío. Son más anárquicas que las sociedades orgánicas, pues la ley no puede llegar donde llega la conciencia y la vergüenza (no se puede poner un policía detrás de cada persona, caso del «open defecation» en la India). Son sociedades donde el poder central decide hasta los más mínimos detalles de la vida de las personas.
Ni la conciencia, ni la vergüenza ni la ley son infalibles, de forma que, en las situaciones cuando ninguna se aplica, rige la ley de la fuerza (el más poderoso gana, donde el poder puede ser de cualquier tipo: ver el camionero que iba «pollón»). A esto lo llamaremos «anarquía»
Por ello, todas las sociedades tienen algo de anarquía, aunque como la conciencia es más efectiva que la vergüenza y esta efectiva de la ley, el grado de anarquía va así: Sociedades de la culpa < Sociedades de la vergüenza < Sociedades de la ley < Sociedades anárquicas.
En general, todas las sociedades son mezclas de las anteriores, pues todas usan la conciencia, la vergüenza, la ley y la fuerza en grados diferentes. Sin embargo, las proporciones son diferentes. Así, los musulmanes o las sociedades de Asia oriental son culturas más de la vergüenza mientras que la sociedad cristiana tradicional era una cultura más de la culpa.
Además, se dan casos mixtos cuando hay comunidades religiosas dentro de la sociedad. Por ejemplo, las comunidades musulmanes en países soviéticos eran comunidades orgánicas dentro de una sociedad totalitaria. También los amish, etc.
la persona tiene el mal dentro de él, pero también tiene el bien. Parte de ese bien, es una visión de la realidad que tiene preprogramada dentro de ella, en su doble versión de «sentido común» y «voz de la conciencia» (las cuales pueden ser pervertidas parcialmente, pero esto sería otro tema). Sin embargo, esto es un conocimiento y no produce conductas. También la persona tiene dentro de ellas mecanismos psicológicos que no sólo le indican cuál es la realidad sinó que le impulsan a actuar sobre esta realidad. Los llamaremos «mecanismos psicológicos pro-sociales» (mientras que el egoísmo o pecado original es un «mecanismo psicológico anti-social»).
E
El ajuste de las religiones a la realidad
Todo individuo y toda sociedad será más armonioso y más exitoso si sus religiones están más ajustadas a la realidad, especialmente en la parte de la ética. Así, toda sociedad cuya religión se aleje de la realidad y, muy especialmente, de la ley moral) va a su autodestrucción pues va contra la realidad, aunque el proceso es siempre muy lento(como lo son todos los procesos históricos) y varios factores pueden enmascararlo.
De forma contraria, las sociedades que han sobrevivido el paso del tiempo y gozan de vitalidad (llamémosle «sociedades tradicionales») son sociedades cuya religión está ajustada a la realidad, no de modo perfecto (pues eso es imposible) pero sí de forma razonable, especialmente en la parte de la ética. Ya que, si su religión no se ajustara a la realidad, habrían desaparecido o estarían en vías de desaparición.
Es por eso que todas las éticas de las sociedades tradicionales se parecen (ver C.S.Lewis, «La abolición del hombre»), pues al ser sociedades exitosas deben acercarse a la ley moral (si no, hubieran desaparecido como sociedades).
¿Por qué las sociedades se alejan de la realidad ?
Visto lo anterior, parecería que ninguna sociedad va a querer apartarse de la realidad, pues va a entrar en conflicto con la religión natural de cada hombre, con terribles consecuencias.
En realidad, cada sociedad está intentando alejarse de la realidad (y la religión natural) tanto como sea posible. Esto es consecuencia también de la naturaleza humana.
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Si los instintos se dejaran libres, la sociedad se empobrecería, se disgregaría y regresaría paulatinamente al Paleolítico. Una cultura pobre reprime fuertemente estos instintos pues, las sociedades que no lo hicieron, se autodestruyeron. Por eso, una cultura pobre se mantiene cerca de la realidad, especialmente en su aspecto moral, al precio de reprimir instintos naturales. La represión de estos instintos paleolíticos es lo que crea la familia y la civilización. Ver «Sex and culture» de J.D.Unwin y «Family and civilization» de Carle C. Zimmerman .
Sin embargo, cuando una sociedad se hace rica, se puede dar el lujo económico de permitir estos instintos hasta cierto grado, a un terrible precio de infelicidad, conflicto social y decadencia.
Para ello, se aparta de la realidad y crea un mundo de fantasía (factual y moral), una religión falsa, que es más satisfactoria psicológicamente que la dura realidad (porque está más de acuerdo a los instintos humanos paleolíticos). Esta religión es anti-civilizacional: al precio de liberar los instintos individuales, rompe la argamasa que une la sociedad. Como si cada órgano del cuerpo humano quisiera hacer lo que le interesa sin coordinarse a otro.
Una sociedad próspera se esfuerza en mantener esta religión fantasiosa, no sólo subvencionándola con dinero (que estaría mejor empleado en otras cosas) sino también esforzándose psicológicamente para no ver la realidad (para lo que tienen que crear una red de mentiras, falacias e imágenes emocionales que se refuerzan una a otra así como los mecanismos psicológicos que se acabaron de ver). Todo ello lleva a varias patologías individuales y sociales así como a la decadencia de la sociedad.
Se da la paradoja que la gente acaba siendo más infeliz que si aceptara la realidad, pero no puede prescindir de la fantasía amada, que le da placer a corto plazo pero impide su felicidad a largo plazo. Para usar una frase clásica, «bebe veneno por licor suave».
Cuando una sociedad lleva ese camino de apartarse de la realidad va a su decadencia. Si fuera la única sociedad del mundo, seguiría los impulsos paleolíticos hasta acabar revirtiendo al paleolítico de nuestros antepasados, en clanes nómadas de cazadores-recolectores. Sin embargo, mucho antes que esto, otras sociedades más cercanas a la realidad la conquistarán y la reemplazarán. Este es el caso de los últimos tiempos de la Antigua Grecia, la Antigua Roma, el Califato Abásida y, muy especialmente, la civilización occidental de nuestros tiempos.
¿Por qué una sociedad que se aleja de la realidad acaba en la decadencia?
Como se ha dicho, cuando una persona o sociedad se aparta de la realidad (o, de forma más precisa, su religión no se ajusta a la realidad) se hace daño a sí misma. Esto es fácil de ver en el tema de la factualidad (si creo que puedo volar y me tiro de un barranco, el desastre está asegurado) pero cuesta verlo más en el tema de la moralidad. En nuestros tiempos de relativismo moral, cuesta creer en la existencia de una moral objetiva que sea independiente al ser humano. Cada persona y cada sociedad tendría su propia ética (dentro de su propia religión), pero ninguna sería superior a otra, sino sólo opiniones diferentes e igualmente válidas.
Supongamos que no hay una moral objetiva. ¿Cómo tener éticas diferentes lleva a la catástrofe? Supongamos que una sociedad aislada (digamos en el Amazonas o en una isla no conocida) decide cambiar su ética de forma que X que antes se consideraba bueno, ahora se considera malo. Como todo el mundo actúa y piensa de la misma manera, no habrá conflictos entre ellos, ¿verdad?
El problema es que el planteamiento anterior considera que hay dos elementos: la sociedad y su ética, que cambian en consonancia, por lo que no hay conflictos entre ellos. Pero hay otro elemento, que es la voz de la conciencia.
Como ha demostrado la ciencia hasta la saciedad, los hombres no son una página en blanco que podamos modificar a nuestro antojo con técnicas de educación y manipulación (la «tabula rasa» en que se basa la religión progresista, ver libro de Steven Pinker sobre ello), sino que nacen con una naturaleza predeterminada. En este escrito, nos interesan dos partes de esa naturaleza, que están en conflicto y que han sido designadas tradicionalmente con «la voz de la conciencia» y «el pecado original». Trataremos primero la primera.
Entonces dijimos que hay una religión oficial (sociedad), religión comunitaria (comunidad) y la religión personal (persona). Pero en realidad, la religión personal son dos: la religión natural (que viene preprogramada para cada ser humano) y la religión aprendida.
Como toda religión, la religión natural tiene dos partes. La parte que es una visión de la factualidad se le llama «sentido común» mientras que la parte que es una visión de la moralidad se le llama «voz de la conciencia».
(Que la voz de la conciencia es innata, podemos verlo en el comportamiento de los musulmanes. Aunque Mahoma violó a mujeres y desvirgó a niñas impúberes pocos musulmanes devotos hacen eso o lo ven como algo bueno.).
El individuo adulto acabará teniendo una religión aprendida, que vendrá de lo que ha aprendido de sus padres, de sus maestros, de sus líderes religiosos, de la sociedad, de los libros, de sus experiencias personales. Sin embargo, esta religión aprendida no borra la religión natural preprogramada sino que se superpone a ella. Si la religión aprendida está en consonancia con la religión natural, el individuo será armonioso psicológicamente y la religión aprendida será una extensión y una ampliación de la religión natural. Por ejemplo, en un católico el «No violarás» (innato) será complementado con «Irás a confesarte» (aprendido).
Sin embargo, si la religión personal va en contra de la visión innata de la realidad, el individuo tendrá un conflicto con él mismo, llevando a todo tipo de patologías.
Se produce un conflicto interior con cualquier aspecto en que la religión aprendida y la religión natural difieren. Es decir, cuando X es falso o malo según la religión natural pero el individuo cree que X es cierto o bueno según la religión aprendida (o viceversa).
Esto produce una disonancia cognitiva en el individuo, de forma que el individuo no se encuentra bien consigo mismo, pues en el fondo sabe que X es falso o malo pero debe convencerse a sí mismo que es cierto o bueno (esto es el «doublethink» de Orwell). El individuo intenta resolver el conflicto que tiene esta disonancia de varias maneras:
- La distracción. El individuo intentará no pensar demasiado sobre el tema, pues le produce dolor.
- El bloqueo. Cuando el individuo empieza a pensar y sus conclusiones le llevan a algo que contradice la religión aprendida, el individuo deja de pensar en ese momento (es el «crimestop» de Orwell).
- Las racionalizaciones. El individuo intentará conseguir argumentos que X es cierto o bueno, aunque los argumentos no se mantengan desde el punto de vista lógico. Esto le tranquiliza pero no de forma total o permanente, pues el individuo no puede apagar su religión natural, pues es parte de su biología. El individuo puede gastar gran parte de su energía mental en este tipo de racionalizaciones.
- El activismo moral. Cada vez que el individuo oye que X es falso o malo de boca de otras personas, esto le reaviva el conflicto interior y le produce angustia, por lo que va a intentar callar a aquellos que dicen eso. Para ello, el individuo intentará convencer a sus amigos que X es cierto o bueno o se enfadará cuando ellos dicen lo contrario. Esta conducta se ampliará a nivel social, haciendo que el individuo luche por cambiar las leyes y la cultura para que X sea considerado bueno o cierto y para prohibir de forma que nadie decir lo contrario. Es decir, el individuo quiere cambiar toda la sociedad para resolver su conflicto interno: esto lleva a un totalitarismo y una paranoia, porque, a pesar de todos los cambios, el individuo no puede acallar su religión natural (su sentido común o la voz de su conciencia), porque son innatos y el activismo va cada vez más allá.
Además, la sociedad está llena de individuos. Si la religión oficial (y, por lo tanto, mayoritaria) de la sociedad está en contra de la religión natural, la gente se comportará en maneras contradictorias (intentarán seguir la religión oficial pero no podrán evitar actuar muchas veces según la religión natural, pues esta innata).
La sociedad intentará resolver esto creando leyes y castigos para aquellos que intenten seguir la religión natural (llegando a un totalitarismo cada vez mayor) y con una campaña de lavado de cerebro cada vez mayor. La sociedad se desliza a la paranoia, en que el mal está en cualquier lugar y dedica un montón de energía mental y económica a luchar contra el sentido de la realidad que tiene innato dentro de cada individuo. El gravitismo.
No sólo la sociedad lleva al totalitarismo y la paranoia, sino que al promover una religión que va contra de la religión natural, produce infelicidad y conflictos entre las personas, pues choca con la religión natural de cada persona. Por ejemplo, una religión oficial que dice que la promiscuidad es buena, producirá hogares destrozados, madres solteras, hijos sin padre, infelicidad por falta de estabilidad, pobreza, conflictos entre personas. Esto es inevitable, pues la religión natural no se puede extirpar de cada persona. No se puede convencer a un niño que es igual que su padre lo quiera que lo ignore, o a una madre que es mejor vivir en la pobreza y trabajar sola para mantener a sus hijos que tener un esposo que le ayude. Estas son partes de la religión natural que no pueden extirparse del ser humano, por mucha propaganda que se dé.
Por ello, la sociedad al apartarse de la realidad con una religión falsa va hacia la decadencia.
En resumen, conforme la religión oficial se acerca más a la realidad (compuesta de la factualidad y de la ley moral), la sociedad será más exitosa y más eficiente. No sólo dará mejores resultados (la gente será más feliz, más en paz y más próspera), sino que se necesitará menos esfuerzo psicológico y económico para mantener la sociedad. Lo mismo pasará con el individuo. Es por eso que la ley moral se puede definir como la forma más eficaz y menos costosa de vivir, tanto a nivel individual como a nivel social.
Cuando la sociedad se aparta de la realidad
La ley natural/moral es el sistema de valores innato al ser humano. Es por eso que una sociedad tendrá menos conflictos conforme su religión se apegue más a la realidad o la ley natural. La conciencia, la verguenza y la ley funcionarán mejor
Cuando la sociedad se aparta de la ley natural (es decir, su ética se aparta de la ley natural), se desvía de la forma normal de comportarse de las personas y de las formas en que se generan menos conflictos y se resuelven de manera más sencilla y satisfactoria. Como esta no es la forma natural de comportarse de las personas, se debe imponer desde el poder para que las personas se comporte de maneras poco naturales.
El poder suele usar la ley para forzar comportamientos poco naturales y desconectados de la realidad. Usa los medios para cambiar las costumbres (vergüenza) y las ideas (conciencia).
Sin embargo, la ley moral inscrita en el corazón de los hombres no se puede cambiar y esto crea dos tipos de problemas.
1) Por una parte, los individuos y sociedades comienzan a exhibir todo tipo de patologías, al alejarse de su modo natural de funcionamiento.
2) Por otra parte, la ley natural no puede suprimirse completamente y se reafirma en la vida privada, pues es la forma normal de comportarse de las personas. Esto crea una especie de paranoia en el poder y en los defensores de la ética innatural (activistas), que ven maldad por todas partes. Esto produce autodesprecio y paranoia en el activista y totalitarismo en la sociedad.
Por poner un ejemplo, es parte de la ley natural tratar de forma diferente a hombres y mujeres, pues son seres humanos diferentes. Aunque la teoría oficial sea que deben tratarse por igual, todo el mundo las trata diferente, incluso los feministas más convencidos, pues no se puede ir contra la naturaleza todo el tiempo (de la misma forma que uno no puede dejar de comer por mucho tiempo). Como resultado, al feminista le parece que hay machismo en todas partes, machismo cotidiano, machismo estructural e, incluso machismo dentro de sí mismo, lo que lleva al autodesprecio y a la paranoia.
A nivel social, como los comportamientos se desvían del feminismo de forma constante, esto hace que se deban crear cada vez más leyes que invadan la vida privada, lo que lleva a un Estado totalitario.
*****Los conflictos ya no se resuelven orgánicamente con la conciencia, la verguenza sino que hay que forzarlos con la ley. Se llega a un estado totalitario que es aquel en que la ley lo regula todo y se mete en todas partes.
Cuando una persona hace algo en contra de la ley natural, se produce una tensión. La persona sabe que está haciendo mal y para acallar la disonancia cognitiva que le da este conocimiento (que se llama conciencia), intenta todo tipo de racionalizaciones. En casos extremos, se dedica al activismo social.
Si esto sucede a nivel social porque la religión está en contra de la ley natural, tenemos grupos dentro de la población dedicados a cambiar la sociedad de forma totalitaria para acallar la voz de su conciencia.
En la religión del egoísmo, los valores son incoherentes y cambiantes, por lo que son interpretados en cada momento de forma incoherente (en favor del egoísmo y en contra de la ley moral, para lo que no sean excepciones sin principio).
Cambio social en la religión del egoísmo
Dado que la religión del egoísmo es contraria a la ley natural, lleva al totalitarismo. El proceso es siempre el mismo e implica dos grupos: uno que tiene todo o parte del poder (los «poderosos») y otro que quiere ir contra la realidad (los «que les interesa» o «interesados») . A veces, hay un tercer grupo, el que simpatiza con la causa o «simpatizantes».
Los motivos de estos tres grupos son los siguientes:
Los interesados son el grupo que quiere hacer algo que va contra un aspecto de la ley natural. Su objetivo es que este «algo» sea reconocido como bueno a nivel social con el fin de poder hacerlo de forma abierta sin problemas y sin remordimientos de conciencia. Sus motivaciones son la ambición y acallar la voz de su conciencia. Lo que esto implica es que la ética de la sociedad se aleje de la ley moral (y con ella la conciencia, vergüenza y ley) y este es el objetivo. Los interesados han sido los burgueses, los comunistas, los feministas, los gais, los transexuales y los globalistas.
Los poderosos es una facción del poder que intenta conseguir más poder usando a los interesados como excusa. Su motivación es la ambición. A veces, buscan el apoyo de los interesados, sobre todo si estos son numerosos o poderosos (burgueses, feminismo). A veces, sólo usan a los interesados como excusa para aumentar el control del poder sobre la sociedad (totalitarismo), para conseguir más poder o dinero o para atacar a sus enemigos. A veces, los poderosos están interesados en la causa de los interesados para conseguir una ventaja puntual. Sin embargo, los cambios acaban siendo siempre permanentes.
Finalmente, los simpatizantes tienen muy diversas motivaciones. Hay una minoría de gente desorientada, que cree que la justicia está de parte de los desinteresados. La mayoría son gente que se dedica al postureo moral para aumentar su estatus en la comunidad (motivación estatus, es decir, ambición). Y otra minoría considerable intenta conseguir alguna ventaja sustancial apoyando la causa (por ejemplo, un empleo público, etc, motivación ambición). Estas tres motivaciones no son excluyentes.
El cambio se da de esta manera. Los interesados están muy motivados. Se organizan y consiguen llamar la atención del poder, que los utilizan para sus propios fines. La religión oficial cambian en el sentido de los interesados. Como esto va contra la ley natural, el totalitarismo aumenta y el Estado tiene más poder.
Pero la revolución nunca termina. Los interesados motivados por la ambición, siempre tienen más ambición. Los interesados motivados por acallar su conciencia nunca la pueden acallar. Nunca los interesados tendrán suficiente, pues o son avariciosos o están intentando acallar la voz de su conciencia imponiendo comportamientos antinaturales contra toda la sociedad. Esto significa que, una vez conseguidos sus objetivos iniciales, los interesados siguen presionando para que la sociedad se haga cada vez más a su medida, lo que significa apartarse de la ley natural todavía más y más Estado y más totalitarismo.
La gente que no quiere ir contra la ley moral está tranquila con su vida y no está organizada, pues está ocupada viviendo su vida mientras los interesados están limitando sus derechos y posibilidades. No se organiza ni el poder tiene nada que conseguir de ellos.
Es por eso que la religión del egoísmo sólo fomenta los egoísmos que van contra la ley natural. Es por eso que se da la inversión moral.
Por qué este tipo de cambio social no se da en otras sociedades
¿Por qué esto sólo pasa en nuestra sociedad y no en sociedades anteriores? Hay varios factores que impedían a las sociedades anteriores seguir este camino.
- No eran sociedades democráticas, por lo que la población no era una fuente de poder. No hacía falta usar a los interesados como arma de poder ni hacía falta controlar y lavar el cerebro de los no interesados para mantenerse en el poder.
- La religión tenía una serie de dogmas y textos sagrados que impedían que la ética social se alejara de la ley natural.
- Eran sociedades más pobres y con menos impuestos. La tecnología crea prosperidad que se necesita para mantener sociedades alejadas de la ley natural. Por ejemplo, los hijos de una madre soltera necesitan dinero del Estado. Esto requiere un ejército de funcionarios, que sólo se da en las sociedades ricas y con altos impuestos.
- Los sistemas de manipulación del poder como las escuelas, los medios o el conocimiento de la psicología de masas no estaban tan avanzados como ahora.
Evaluación moral
Como hemos visto, cada religión está compuesta por una cosmovisión (una descripción de la factualidad o del «ser») y una ética (una descripción de la moralidad o el «deber ser»). La ética define un sistema de valores deseables, donde unos valores tienen preferencia sobre otros.
Para una determinada religión, se supone que una acción es buena en una determinada situación si permite conseguir uno o varios de los valores deseables del sistema ético. Es mala si va en contra de uno o varios de los valores deseables del sistema. Es neutral si no afecta a ninguno de los valores del sistema, a menos de forma perceptible o significativa. Esto no es una escala cualitativa sino cuantitativa. Una acción es mejor que otra si consigue más valores del sistema o los consigue con mayor intensidad.
Esto deja pendiente que pasa con las acciones que favorecen un valor del sistema pero perjudican a otros. En estos casos, se evalúa la prioridad de los valores y la intensidad con la que se consiguen o que se va en contra de ellos. Es una especie de media ponderada, aunque no se puede cuantificar tan exactamente como en matemáticas. Los dilemas éticos es cuando esa media está cerca de cero.
Rebuig
Cada sociedad tiene unos mecanismos de control que sirven para hacer que la gente cumpla la ética de la religión oficial (el sistema de valores) y, por lo tanto, se resuelvan los conflictos naturales que hay entre personas. Estos mecanismos son tres: conciencia, vergüenza y la ley. La ley no funciona bien si no es con la conciencia y, sobre todo, con la vergüenza. La más efectiva es la conciencia, seguida de la vergüenza, seguida de la ley.
Cada uno de estos mecanismos define una noción de lo que está bien y lo que está mal. En la conciencia es una definición individual que podríamos llamar «conciencia». En la vergüenza es una definición de la comunidad, que podríamos llamar «costumbres». En la ley es una definición de la sociedad, que podríamos llamar «legalidad». La sociedad funciona bien si estas tres nociones están alineadas entre ellas y con la ley moral. Dado que la ley moral está preprogramada en las personas (viene de fábrica), alejarse de ella produce distorsiones personales y sociales, como ya se ha comentado.
(A veces, hay grupos inmigrantes que su vergüenza y conciencia son diferentes de la ley de la sociedad. Estas subculturas se regulan por la vergüenza y tienen nociones de moral diferentes de la moral oficial)
La ley necesita de una planificación central y, por lo tanto, es algo impuesto de forma diseñada por el poder, mientras que la conciencia y la vergüenza aparecen de forma orgánica entre la población. Una sociedad que se regula por la conciencia y vergüenza es una sociedad autorregulada de forma orgánica, para la que no hacen falta muchas leyes. Una sociedad que no se regula por la conciencia y vergüenza es una sociedad que debe regularse por la ley, por lo que es una sociedad totalitaria.
La realidad
La realidad está compuesta por una parte de «ser» (llamémosla «factualidad») y otra de «deber ser» (llamémosla «moralidad» o «la ley moral» o «el Tao», como la llamaba C.S. Lewis). Así, parte de la factualidad es «La Tierra gira alrededor del Sol» y parte de la moralidad es «No se debe violar a niños».
Las dos partes (factualidad y ley moral) son objetivas e independientes de las personas y las culturas. Así, por ejemplo, quemar a una mujer porque su esposo murió está mal objetivamente, aunque algunas culturas (la cultura antigua india) lo hayan aprobado.
Hay gente agnóstica o atea que no reconoce la ley moral (esto no se sostiene, pero no es el lugar para entrar en esta discusión). Pero los ateos o agnósticos que sí la reconocen creen que viene de la naturaleza (esto último tampoco se sostiene, pero no es este el lugar para discutirlo). Los deístas creen que vienen de Dios (aunque la mayoría también a través de la naturaleza).
Así, podemos conceptualizar la ley moral como el manual de instrucciones para el buen funcionamiento de la especie humana (escrito por Dios en los corazones de los hombres y también revelado en las religiones tradicionales que vienen de Dios) o como la forma en que nuestra especie ha evolucionado. Las dos conceptualizaciones son perfectamente compatibles, pues Dios puede usar la evolución como un medio.
Aristóteles fundamenta la ley moral de forma especialmente certera a partir de las causas finales.
Las religiones
Si una persona (o grupo de personas) cree que algo es cierto se le dice que tiene una creencia. Por lo tanto, las creencias intentan ser descripciones de la realidad, aunque no siempre lo consiguen. «La Tierra gira alrededor del Sol» y «El Sol gira alrededor de la Tierra» son dos creencias que han existido a lo largo de la historia. Sin embargo, sólo una describe adecuadamente la realidad.
Llamaremos «religión» a un conjunto de creencias que tiene una persona o grupo de personas, de forma más o menos coherente. Cada religión intenta ser una descripción ajustada de la realidad (lo consiga o no). Como se ha explicado, una religión no necesita un concepto de Dios: el budismo, el confucianismo, el taoísmo o el progresivo moderno no lo tiene.
Por ello, como la realidad es dual (ver más arriba), cada religión está compuesta por una cosmovisión (las creencias sobre la factualidad o una descripción de la factualidad) y una ética (las creencias sobre la moralidad o una descripción de la moralidad).
(Nota técnica: Ningún escrito puede tratarlo todo a la vez. Este escrito se limita a considerar los aspectos terrenales de la religión (no se tratan aquí los aspectos espirituales de las religiones que lo tienen) y, dentro de los aspectos terrenales, las consecuencias prácticas de la religión sobre la sociedad en general (y no sobre la comunidad religiosa). Desde este punto de vista limitado, lo importante de la religión es la ética, pues indica como el individuo y la sociedad se comportan y funcionen. En cada religión, la cosmovisión justifica y soporta la ética, pero aquí no nos es tan interesante.)
La religión natural
De la misma manera que todos los aspectos humanos pueden ser clasificados entre innatos y aprendidos, también las religiones pueden clasificarse entre innatas y aprendidas.
Por una parte, cada persona tiene preprogramada una cosmovisión innata (una visión de la realidad innata) y una ética innata (esta última refleja la ley natural y es lo que la Iglesia llama «la voz de la conciencia») que juntas forman una «religión innata» o «religión natural».
Así toda persona sabe que hay tres dimensiones en el espacio (cosmovisión innata) y que robar esta mal (ética innata). (Como se ha dicho, la programación viene de Dios, de la evolución o de Dios a través de la religión).
Esa religión está en consonancia con la realidad (tanto en su aspecto factual como moral) de hecho es una descripción fidedigna de una parte de la realidad (más concretamente, la parte de realidad más relacionada con la supervivencia básica del ser humano).
Como esta religión natural es innata (aunque se desarrolla en la infancia, como la facultad del lenguaje), la persona no puede desconectar esta religión nunca, aunque puede ignorarla o intentar contrarrestarla por diversos mecanismos psicológicos. Como todos los aspectos innatos, nunca cambia y es igual para todos los humanos (excepto en individuos patológicos, como los psicópatas o los deficientes mentales).
Las religiones aprendidas
Por otra parte, hay una serie de religiones que son aprendidas, es decir, no se llevan preprogramadas de fábrica sino que se aprenden durante la vida de los maestros, de los líderes religiosos, de la sociedad, de los libros, de las experiencias personales. Estas religiones pueden ser individuales o compartidas por un grupo de personas. Más concretamente, definimos tres niveles de organización social:
- El individuo es el nivel más básico de organización social.
- Definimos «comunidad» a cualquier grupo de personas que se conocen y se interrelacionan a nivel humano, como la familia, amigos, vecindario, pueblo, comunidad religiosa, etc.
- Definimos «sociedad» a cualquier grupo de personas que está bajo un mismo sistema legal (normalmente, una sociedad es lo que llamamos «un país»).
Así, en lo que respecta a las religiones aprendidas, toda persona tiene una religion aprendida personal, toda comunidad tiene una religión aprendida comunitaria (llamada a veces «costumbres») y toda sociedad tiene una religión aprendida oficial, como se demostró en otra parte, en la que se basa la ley.
Al contrario de la religión natural que todo individuo lleva preprogramada, la religión personal aprendida cambia entre los diversos individuos y puede cambiar en la vida de un mismo individuo.
Estas religiones aprendidas existen al lado de la religión natural y los conflictos entre ellas y con la religión natural es uno de los motores de la historia.
Se llama «religión mayoritaria» a la religión que tienen la mayoría de individuos y comunidades de una sociedad. Suele ser la misma que la «religión oficial» pero a veces difieren. Así, en las sociedades occidentales de mediados del siglo XX, la religión oficial era el progresismo mientras la religión mayoritaria era el cristianismo.
La religión personal aprendida
En lo que se refiere al individuo, el individuo irá tomando ideas del entorno hasta formar una «religión personal aprendida», con sus dos partes de cosmovisión personal aprendida y ética personal aprendida.
La religión personal aprendida puede ser original del individuo (sólo para gente muy intelectual, filósofos o fundadores de religiones), una de las religiones que hay en el entorno del individuo (normalmente, la religión mayoritaria) o una mezcla incoherente de varias religiones que ruedan por el entorno del individuo (más frecuente de lo que pareciera en nuestros tiempos decadentes).
Sin embargo, esta religión personal aprendida no borra la religión natural preprogramada (como hemos dicho, borrarla es imposible) sino que se superpone a ella.
Si la religión aprendida está en consonancia con la religión natural, el individuo será armonioso psicológicamente y la religión aprendida será una extensión y una ampliación de la religión natural. Por ejemplo, en un católico, el «No violarás» (innato) será complementado con «Irás a confesarte» (aprendido).
Sin embargo, si la religión personal aprendida va en contra de la religión personal innata, el individuo tendrá un conflicto con él mismo, llevando a todo tipo de patologías, que se examinarán más adelante.
Las religiones aprendidas comunitarias y oficiales
Cada comunidad tiene una religión que rige las relaciones entre los individuos, esta se llama religión comunitaria y suele ser la misma que la religión mayoritaria de la sociedad. Cuando es el caso contrario, cuando una comunidad tiene una religión diferente de la mayoritaria, se dice que es una minoría religiosa. Por ejemplo, los musulmanes en países occidentales.
Por otra parte, cada sociedad tiene una religión que es la que se basa la ley. En nuestra sociedad, la religión oficial no tiene un nombre oficial pero podemos llamarla «el progresismo», «la religión del egoísmo», «la religión del individualismo» o «la religión de la Ilustración». Más concretamente, la secta actual de esta religión que es oficial se le llama «corrección política». El problema es que esta religión está en contra de la religión natural en varios aspectos, lo que crea un montón de patologías individuales y sociales, así como la decadencia de la sociedad, como se verá más adelante, pues la religión natural refleja la realidad y apartarse de la realidad es ir hacerse daño a uno mismo.
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están relacionados con la conducta moral. Unos son morales (están de acuerdo con la ley moral) y otros son inmorales. Unos son sociales (ayudan al funcionamiento de la sociedad) y otros son antisociales (perjudican al funcionamiento de la sociedad). Normalmente, los elementos sociales son morales y los elementos antisociales son inmorales, pues la ley moral produce un funcionamiento armónico de la sociedad.
La ética de la religión natural que está preprogramada en cada persona produce placer cuando se hace algo que está bien según esta ética y produce dolor cuando se hace algo que no está bien según esta ética.
A partir del interés propio, hay una serie de motivaciones secundarias que se derivan de él. La primera es la búsqueda de dinero, que permite conseguir todo lo que
Estos instintos son de dos clases:
A1. Instintos básicos pro-sociales. Son los que están en armonía con la sociedad (neolítica) y con la ley moral. Por ejemplo, amar a la propia esposa, cuidar de los hijos o comer todos los días. Estos instintos son morales y no producen ningún tipo de conflicto entre el individuo y la sociedad (van a favor del individuo y de la sociedad), por lo que no los vamos a tratar aquí y los ignoraremos de ahora en adelante.
A2. Instintos básicos anti-sociales. Son los que están en conflicto con la sociedad (neolítica) y con la ley moral. Por ejemplo, conseguir los recursos (dinero) de otras personas para uno o copular con todas las mujeres atractivas que uno conoce. Suelen estar relacionados con los recursos, el sexo o las formas de obtenerlos (dinero, poder, estatus). Estos conflictos van a favor del individuo y en contra de la sociedad, por lo que toda sociedad exitosa debe reprimirlos. Como están preprogramados biológicamente, son fuertes y siempre están luchando por salir. Son como un león rugiente que está en una jaula y que lucha por salir. Este es uno de los conflictos que mueve la historia humana. A estos instintos antisociales, la Iglesia los llama «la carne» o «el pecado original». Freud (que se equivocó en tantas cosas pero que acertó en esto) lo llamó «el ello». La gente los llama «el egoísmo».
B. Por otra parte, el individuo tiene preprogramado una serie de elementos (el superyo):
B1. La religión natural programada que es prosocial. Sentido común y voz de la conciencia.
B2. La religión personal aprendida que puede ser prosocial o antisocial. Cuanto más se acerque a la religión natural. La ideología personal.
B3. El sentimiento de culpa para B1 y B2.
B4. El sentimiento de vergüenza para la religión comunitaria.
C. La razón, que puede ir hacia el egoísmo o hacia la moral. Evaluación moral (el yo).
Conflictos entre A y B y entre B1 y B2.