Contestación a Andrés Angel Mendoza que da esta cita «Definitivamente Moisés, cómo personaje histórico, lo más probable es que no haya existido, como tampoco Abraham. Son dos personajes de los que, de verdad hasta hoy, no tenemos ninguna prueba arqueológica real”. (María José Mora Friedl, Máster en Ciencias de las Religiones).»
La frase que citas es un ejemplo de dos falacias lógicas, por mucho que la haya pronunciado una señora con Máster (yo tengo dos másters y un doctorado y sé que los títulos no demuestran nada: sólo los argumentos lógicos lo hacen).
Ella dice que «probablemente no existió» porque no «lo hemos descubierto hasta ahora».
Primera falacia: la ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia. Que no tengan ninguna prueba arqueológica real, no quiere decir que no haya existido. Un montón de personas del mundo antiguo sólo las conocemos por las historias de los antiguos y no tienen prueba arqueológica real. Si fuéramos tan estrictos con otros como lo somos con Moisés, deberíamos borrar gran parte de la historia antigua.
Segunda falacia: ella hace una afirmación («probablemente no existió»), basándose en una información provisional («no hemos descubierto hasta ahora»). Como decir «las llaves de esta casa no existen, porque no las he encontrado todavía». O, en el caso de Edison, «no puede haber bombilla de luz, porque lo he probado de cien maneras diferentes y no funciona». La arqueología es una disciplina en continuo desarrollo. También Troya se pensaba que era un cuento hasta que se encontraron sus restos. Se decía que el rey David había sido mítico, hasta que se encontraron inscripciones sobre el mismo cercanas en el tiempo. Muchas de las afirmaciones del evangelio de Lucas se consideraron erróneas, hasta que los descubrimientos arqueológicos las confirmaron.
Pero vamos al tema concreto. El hecho de que había poblaciones semitas en el delta del Nilo antes del tiempo del Exodo está demostrado arqueológicamente e históricamente. Además, la estela del faraón Merenptah (inscrita en el tiempo del Éxodo) nos da una referencia sobre Israel. El sufijo que recibe el nombre de Israel en la estela corresponde a un pueblo nómada y no a una nación sedentaria, lo que concuerda con la situación del pueblo que estaba invadiendo la tierra de Canáan, según el relato bíblico. La tribu de Leví tenía nombres egipcios lo que parece indicar que venían de Egipto. (de la misma manera que los filisteos tenían nombres griegos y esto parece demostrar que venían de cerca de Grecia, lo que concuerda con lo que sabemos de la invasión de los Pueblos del Mar, que se dio en el tiempo del Exodo, en que un montón de pueblos se movieron y varias civilizaciones fueron conquistadas:Canáan, Micenas y el Imperio Hitita) (Como curiosidad, «Moisés» no es un nombre hebreo sino egipcio, significa «hijo» en egipcio. Así «Ramsés» significa «hijo de (el dios) Ra»)
Y sólo te hablo de la evidencia que me viene ahora a la cabeza, pero si me pongo un día a buscar, seguro que encuentro más. Puedes comenzar con este libro publicado en Oxford, que afirma que la mayoría de los que dicen que no hay evidencia arqueológica del Éxodo no conocen la historia egipcia y que realmente sí la hay. https://www.oxfordscholarship.com/…/acprof-9780195130881
Más difícil es demostrar arqueológicamente que un personaje concreto existió. De aquí tres mil doscientos años, si alguien descubre esta conversación en algún servidor viejo que futura tecnología permita recuperar, dirá «Andrés Angel Mendoza no existió. No tenemos ninguna evidencia arqueológica real de su existencia». Sin embargo, habrás existido, aunque ya tu pequeña huella arqueológica haya tiempo que haya desaparecido o nadie la encuentre. Pero, como te digo, si nos ponemos así de estrictos, quememos la mayor parte de la historia antigua, pues la mayoría de personajes de los que habla no han dejado restos arqueológicos.