Sobre la fábula del elefante

 

Creo que el éxito de este breve video se demuestra por las respuestas de los agnósticos o ateos al mismo. Ningún agnóstico o ateo discute de forma lógica ninguno de los razonamientos que se dan. Algunos dicen que está equivocado (a veces, de forma insultante) pero no dan sus razones de porqué está equivocado (así que su razón se reduce a «porque lo digo yo»). Otros se van por la tangente y tratan otros temas. Otros son un ejemplo de la misma falacia que explica el video.

Creo que estas reacciones irracionales se deben a que el video pone el dedo en la llaga de los ateos o agnósticos. Quieren ganar el partido sin jugar. Es cierto que hay diversas opiniones sobre el mundo espiritual (desde que no existe este mundo espiritual hasta las diferentes religiones). Si quieres defender tu opinión, debes investigar el tema y argumentar de forma lógica porque tu opinión es la mejor. Lo mismo se hace con las opiniones políticas o con cualquier tipo de opinión.

El ateo o agnóstico no quiere hacer esto. Su posición es «como hay diferentes opiniones sobre el mundo espiritual, no hay un mundo espiritual y, por tanto, la única opinión válida es la mía». Quiere ganar el debate sin participar, sin razonar, sin argumentar su posición. Imagina alguien que diga «como hay diferentes opiniones políticas sobre como debe organizarse el Estado, podemos concluir que el Estado no debe organizarse y, por tanto, la única respuesta válida es el anarquismo». Cualquiera vería que esto es un absurdo. Pero el ateo no quiere estudiar, debatir ni acercarse a la verdad. Sólo quiere encontrar una excusa rápida para reafirmar sus concepciones sin pensar demasiado.