1. La religión progresista tiene dos conjuntos de dogmas
En un artículo anterior, habíamos visto la importancia de los dogmas y como todos los dogmas de las religiones tradicionales acaban produciendo sociedades que siguen la ley natural.
Recordemos que habíamos dicho que, si la religión tradicional fuera un perro, estaría atado a un poste y, aunque la cuerda que lo ata puede ser larga, no puede ir mucho más allá del poste. Es por eso que el cambio de doctrina en las religiones tradicionales es lento y siempre dentro de unos ciertos límites.
¿Cómo funciona la religión progresista (que no es tradicional)? ¿Cómo camina ese perro? Seguramente, quien lea estas líneas pensará que la religión progresista no tiene dogmas, pero esto es imposible: siempre se necesitan unas premisas con las cuales interpretar la realidad. Estas premisas no pueden ser demostradas porque, si no, la demostración sería infinita. Más información en el artículo anterior.
De hecho, la religión progresista tiene dos conjuntos de dogmas:
- Unos dogmas teóricos, que son aquellos con las que la religión se justifica a ella misma.
- Unos dogmas prácticos que son los que se aplican en realidad.
Vayamos primero con los dogmas teóricos.
2. La visión teórica de los dogmas del progresismo
La ideología actual se basa en el siguiente esquema filosófico. Este esquema no se aplica a la práctica, como veremos en otros artículos, pero es el fundamento teórico en el que la ideología se justifica a ella misma:
Premisa 1. Materialismo filosófico. No existe Dios ni nada espiritual. Y las personas que creen, no deberían trasladar esto a la forma de organizar la sociedad, que debe basarse en el materialismo que, en el fondo, es la verdad o, como mínimo, lo único que tenemos en común todos (materialismo práctico).
Teorema 2 (De 1). Nihilismo. No existe nada por encima del hombre.
Corolario 2a (De 2). No existe ninguna verdad, regla, norma o estándar por encima del hombre.
Corolario 2b (De 1 y 2). Nihilismo vital. No existe la otra vida, ni nada por lo que luchar que sea superior al hombre.
Teorema 3 (De 2a). Relativismo metafísico. No existe la verdad absoluta. No existe la verdad absoluta, pues no hay nada superior al hombre con lo que comparar las diferentes opiniones del hombre. Solo existen verdades relativas, es decir, opiniones [incluye el nominalismo].
Teorema 4 (De 2a). Relativismo moral. No existe la moral absoluta. No hay cosas que estén bien o mal. Cada uno tiene su concepto del bien del mal, su moral individual, pero no hay morales individuales que sean superiores a otras, pues no hay nada superior al hombre con lo que comparar las morales individuales.
Teorema 5 (De 4). Liberalismo. La libertad es el valor supremo, pues no podemos distinguir entre conductas buenas y malas, así que cada uno que se comporte como quiera lo máximo posible.
Corolario 5a (De 5). La «opresión» (es decir, impedir la libertad) es una de las mayores maldades.
Teorema 6 (De 3 y 4). Igualitarismo. La igualdad es el valor supremo, pues no podemos distinguir entre cosas superiores e inferiores, pues no hay ningún estándar por encima del hombre con el que decir que algo es superior o inferior. Por ello, toda persona debería ser tratada de igual forma [Nota: esto usualmente se apoya en la tábula rasa, pero, en realidad, no la necesita, pues se deduce del relativismo]
Corolario 6a (De 6). La «discriminación» (es decir, impedir la igualdad) es una de las mayores maldades.
Teorema 7 (De 3, 5a y 6a). Identitarismo. Como no hay verdades absolutas, lo que yo digo que soy, es lo que soy. Si yo digo que soy una mujer, soy una mujer. Nadie puede imponer su opinión de lo que soy sobre mí. Esto sería opresión (ir contra mi libertad, 5a) y discriminación (ir contra la igualdad – 6a- entre yo y las mujeres que tienen vagina).
Teorema 8 (De 6). «Justicia social». Si alguien está mejor que otra persona, esto no puede ser bueno pues todos deberíamos ser iguales (ver 6). La única explicación es que quien está mejor ha conseguido esta ventaja de forma ilegítima, porque él o sus antepasados se han apropiado de ventajas ilegítimamente. Esta es la causa de la desigualdad.
[Esto normalmente se apoya en la tábula rasa, que dice que todos somos iguales en todos los sentidos, pero no la necesita, porque no se trata de que seamos iguales, sino que seamos tratados de forma igual (ver 6), lo que es una obligación moral. No es el «is» -es- de Hume, sinó el «ought» -debería ser]
Por ello, es justo que los que tienen más den a los que tienen menos. Así, por ejemplo, es justo que un inmigrante africano reciba la misma pensión que un español aunque no haya cotizado.
[Normalmente, esto se apoya en la tábula rasa , argumentando que la pobreza del africano no se debe a que sea diferente de nosotros, sino que ha sido causada por nosotros al oprimirlo (por ejemplo, oprimiendo a sus países). Sin embargo, no la necesita, simplemente tratar a todos por igual es una obligación moral y se sigue del relativismo, con independencia de cómo sea cada uno]
Teorema 9 (De 4 y 6). «Democracia». Como no hay ninguna regla superior al hombre que nos permita distinguir entre buenas y malas decisiones y todos somos iguales, la única forma legítima de tomar decisiones es votar todos (con el estilo igualitario de «un hombre, un voto»). Es decir, la democracia es la única forma legítima de gobierno.
Teorema 10 (De 2b). Utilitarismo. Por lo tanto, el único objetivo para vivir es conseguir el máximo placer (también llamado «felicidad») mientras estemos en esta vida, antes de que muramos y dejemos de existir por toda la eternidad.
Teorema 11 (De 10, 1 y 2a). Egoísmo. Si no nos detectan, no deberemos tener escrúpulos morales para conseguir placer. Nadie nos va a castigar ni tendremos consecuencias negativas (de 1) y de todas maneras, no existe nada que sea moral (de 2a). Por eso, la estrategia más racional para conseguir placer o las cosas que dan placer (dinero, etc.) es intentar conseguir lo máximo posible mientras no te pillen y a los demás que les den. Si la sociedad va de mal en peor, esto no es problema tuyo.