Traducción de una respuesta a este párrafo de Internet. Original en inglés aquí.
Su nombre es la ideología que se ha convertido en una caja negra, una prisión mental, en la que nos hemos vuelto incapaces de imaginar otra forma de organizar nuestra vida, cualquier otro futuro que el que estamos destinados en este momento. El nombre de esa ideología es capitalismo.
No, el nombre de esa ideología es la llamada «Ilustración». El capitalismo es solo una de sus manifestaciones . El autor ha rechazado el capitalismo sin rechazar la Ilustración. No es consciente de la forma en que le han lavado el cerebro. […]
La Ilustración afirmó que el hombre es naturalmente bueno (Rousseau) por lo que el mal es causado por los sistemas políticos, económicos o culturales. En realidad, el mal es intrínseco a la naturaleza humana (lo que los cristianos llamamos «pecado original»).
Los últimos siglos (y especialmente, las últimas décadas) han tenido las siguientes características:
1. La búsqueda de la «libertad», que es una bonita forma de decir «egoísmo» (el cual tradicionalmente se llamaba «pecado»). La gente se considera buena, así que no quiere estar sujeta a su conciencia, al qué dirán o a las reglas sociales. Haz lo que quieras, todo vale, ves donde tu corazón te lleve… Lo único que quieren es hacer su propia voluntad. Luego, hacen postureo moral con la causa progresista de moda para no sentirse egoístas sino virtuosos.
2. Esto produce una anarquía creciente (ved la [ridícula] tasa de criminalidad en Londres a principios del siglo XX), que se administra mediante la tecnología y la riqueza que produce la tecnología. Es decir, hay un ejército de burócratas (trabajadores sociales, funcionarios públicos, etc.) que intentan manejar la disfunción de nuestra sociedad.
Los resultados son malos, por lo que la gente busca una solución. Pero la ideología de la Ilustración, que funciona como una religión laica, le ha lavado el cerebro a la gente, por lo que la única salida que ven es cambiar el sistema (en este caso, el capitalismo). Hemos visto lo bien que ha funcionado esto.
La gente no cree que tenga que cambiar porque se ve a sí misma como buena, aunque es más egoísta que cualquier otra generación de la historia. Piensa que lo que tiene que cambiar es el sistema, es decir, las demás personas. Pero no se puede hacer un buen edificio (sistema) con defectuosos ladrillos (personas), no importa cómo coloques estos ladrillos.