Quería dejar claro en el libro que no existe una tradición judeocristiana. Esto es absolutamente ridículo. Y sorprendentemente hay dos cosas que he dicho cuando me he dirigido a públicos judíos durante toda mi vida, por ejemplo, en el Seminario Teológico Judío o sitios similares y siempre se enfurecen conmigo. Pero las dos son ciertas.
Una es que en ningún pasaje de la Tanak [nombre que recibe el Antiguo Testamento en la tradición judía] dice que un pueblo entero puede santificarse mediante el estudio de los textos. Eso es una idea puramente platónica y viene de las leyes de Platón. Esto muestra simplemente lo completamente platonizados que estaban los rabinos [líderes religiosos judíos] del segundo siglo.
La otra, que digo en este libro y que ya ha ofendido algo, es que, de hecho, el judaísmo, que es un producto del segundo siglo de nuestra era (y es urdido por gente como Aquiba y sus amigos y oponentes como Ismael y Tarfón y los demás) es una religión más joven que el cristianismo. El cristianismo existe en alguna forma en el primer siglo de nuestra era. Lo que hoy llamamos judaísmo aparece en el segundo siglo de nuestra era. El cristianismo es la religión más antigua, aunque los judíos se enfurecen cuando les dices esto.