1. El profesor no se aprovechará de la audiencia cautiva de los alumnos para promover sus propios intereses, opiniones, concepciones o preferencias ideológicas, religiosas, morales, políticas y partidarias.
2. El profesor no favorecerá ni perjudicará a los alumnos en razón de sus convicciones políticas, ideológicas, morales o religiosas, o de la falta de ellas.
3. El profesor no hará propaganda político-partidista en el aula ni incitará a sus alumnos a participar en manifestaciones, actos públicos o desfiles
4. Al tratar de cuestiones políticas, socio-culturales y económicas, el profesor representará a los alumnos de forma justa (esto es, con la misma profundidad y seriedad) las principales versiones, teorías, opiniones y perspectivas que compiten para esa cuestión
5. El profesor respectará el derecho de los padres a que sus hijos reciban la educación moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones
6. El profesor no permita que los derechos que aseguran los puntos anteriores sean violados por la acción de terceros, dentro del aula
Es tracta de que el professor use l’aula per adoctrinar als alumnes en les seues idees, quan són joves i impressionables i estan indefensos, en l’edat en què està demostrat científicament que es formen les opinions per tota la vida.
En el nostre país, un profesor es pregunta públicament qué ha pogut fallar en l’adoctrinament perquè alguns dels seus alumnes voten a Vox i crida a millorar el llavat de cervell perquè ningú que isca del sistema educatiu puga pensar diferent d’ell.
https://twitter.com/JuanitoLibritos/status/1069547943173214208?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1069547943173214208&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.diariosur.es%2Fopinion%2Fcachorros-reconquista-20181204130021-nt.html
I rep l’aplaudiment de tots els mitjans de comunicació per la seua defensa del llavat del cervell
Esta és una excepció