La muerte del sentido común

Un obituario publicado en el Times de Londres

Publicado por Ian Armstrong

Hoy lamentamos la pérdida de un querido viejo amigo, el Sentido Común, quien ha estado con nosotros durante muchos años. Nadie sabe con certeza cuántos años tenía, ya que su acta de nacimiento se perdió hace tiempo en la maraña burocrática.

Será recordado por haber cultivado lecciones tan valiosas como:

  • Saber cuándo refugiarse de la lluvia;
  • Por qué, a quien madruga, Dios le ayuda
  • La vida no siempre es justa
  • y  Quizás fue mi culpa.

El Sentido Común vivió siguiendo políticas financieras simples y sólidas (no gastar más de lo que puedes ganar) y estrategias fiables (los adultos, no los niños, están a cargo).

Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando se establecieron regulaciones bienintencionadas pero asfixiantes.

Informes de un niño de 6 años acusado de acoso sexual por besar a una compañera; adolescentes suspendidos de la escuela por usar enjuague bucal después del almuerzo; y un profesor despedido por reprender a un estudiante indisciplinado, solo empeoraron su condición.

El Sentido Común perdió terreno cuando los padres atacaron a los maestros por hacer el trabajo que ellos mismos habían fallado en realizar al disciplinar a sus hijos indisciplinados.

Declinó aún más cuando las escuelas necesitaban obtener el consentimiento de los padres para administrar loción solar o una aspirina a un estudiante; pero no podían informar a los padres cuando un estudiante quedaba embarazada y quería tener un aborto.

El Sentido Común perdió las ganas de vivir a medida que las iglesias se convertían en negocios; y los criminales recibían un mejor trato que sus víctimas.

El Sentido Común recibió una paliza cuando no podías defenderte de un ladrón en tu propia casa y el ladrón podía demandarte por agresión.

El Sentido Común finalmente renunció a la voluntad de vivir, después de que una mujer no se diera cuenta de que una taza de café humeante estaba caliente. Se derramó un poco en su regazo y fue rápidamente compensada con un enorme acuerdo.

El Sentido Común fue precedido en la muerte por sus padres, la Verdad y la Confianza, por su esposa, la Discreción, por su hija, la Responsabilidad, y por su hijo, la Razón.

Le sobreviven sus 4 hermanastros;

  • Yo Conozco Mis Derechos
  • Lo Quiero Ahora
  • Alguien Más Tiene La Culpa
  • Soy Una Víctima

No muchos asistieron a su funeral porque muy pocos se dieron cuenta de que se había ido. Si aún lo recuerdas, pasa esto. Si no, únete a la mayoría y no hagas nada.

Sobre el hecho de que los blancos no son tribales

Original en inglés aquí

Realmente creo que el coeficiente intelectual judío es más alto que el coeficiente intelectual blanco y no tengo ningún problema con eso. ¿Tienes algún problema en saber que hay personas más inteligentes, más guapas o mejores que tú? Si haces eso, eres un pobre hombre y tienes baja autoestima.

Pero el coeficiente intelectual no es lo más relevante. En cualquier campo dado, hay más personas blancas inteligentes que judías inteligentes, porque, aunque los judíos son más inteligentes, hay una pequeña minoría en el mundo y en Estados Unidos. Esto no explica el éxito del pueblo judío, que es casi total: en las finanzas, en la política, en los medios de comunicación, en los negocios, en las organizaciones internacionales, etc.

Lo que hace poderosos a los judíos es ser tribales (o etnocéntricos, es decir, preferir fuertemente a los miembros de su grupo) en la única sociedad que no es tribal en la historia del mundo: la sociedad occidental. Hasta hace algunas décadas, los judios eran el único pueblo tribal en nuestra sociedad. Ahora tenemos más pueblos tribales entre nosotros.

Esta es la razón por la que el coeficiente intelectual promedio de la India no es tan alto, pero los indios dominan la tecnología y han reemplazado a los judíos en el negocio de los diamantes en Europa. Si eres miembro de una tribu, puedes cooperar y «la unión hace la fuerza». Esta es la filosofía común a todos los pueblos de la Tierra: indios, chinos, musulmanes, latinoamericanos (donde vivo), africanos, etc. Todos menos nosotros.

Nosotros tenemos otra teoría. ¡Estamos orgullosos del individualismo!, como dicen los estadounidenses. Queremos competir en el mercado y dejar que ganen los mejores. Somos ciegos a los colores. Creemos en la meritocracia. Cada pueblo ayuda a los suyos y, como dice el dicho americano, los pájaros del mismo plumaje vuelan juntos. Excepto los pájaros blancos, que vuelan en distintas direcciones. Cada uno de ellos está solo y afronta la vida solo.

El hecho de que no somos tribales tiene una larga historia. La Iglesia Católica prohibió el matrimonio entre primos por lo que las tribus desaparecieron mucho antes que en otras sociedades. Luego el feudalismo y el capitalismo destruyeron a la familia extendida. La Ilustración produjo una filosofía individualista que guió nuestra política individualista, etc.

El hecho es que, si naces no blanco, tienes ayuda. Si naces blanco, tienes que afrontar la vida solo. Aquí en El Salvador, las personas que quieren emigrar ilegalmente a Estados Unidos no están solas. Primero, si tienen hijos, pueden dejarlos con su familia, a veces durante años («arrimados» llaman a estos niños). Luego, cuando llegan a Estados Unidos, un familiar o un amigo les deja vivir en su casa hasta que consigan su propia vivienda. No estás solo.

Cuando vivía en República Dominicana, hace algunas décadas, la dueña de la casa donde vivía (una mujer mulata) me vio sufrir y quiso ayudarme. Ella conocía a un señor de mi país (España, en Europa) y le dijo «Conozco a un chico español», pensando que ese señor me iba a ayudar porque éramos del mismo país. De hecho, los dominicanos se ayudan entre sí en un país extranjero. Su respuesta: «Hay muchos españoles en el mundo», en tono despectivo.

He visto gente ayudándose entre sí, pero no entre los blancos. Los peruanos contratan a otros peruanos. Los judíos contratan judíos. Los indios contratan indios. Los latinoamericanos se ayudan unos a otros. En España los chinos no van a los bancos: se prestan entre ellos. No compran en tiendas españolas. Se compran entre ellos. Los musulmanes se protegen unos a otros.

¡Solo nosotros! Somos una raza de superhombres, que no necesitan ayuda y están orgullosos de volar solos. Mientras nos jactamos de nuestra superioridad, somos conquistados y esclavizados, pero disfrutamos de nuestro orgullo. Otras personas nos patean el trasero sin piedad.

Y ésta es la causa del éxito judío. Fueron los únicos pueblos no occidentales que vivieron entre nosotros durante mucho tiempo. Mientras nosotros volábamos solos, ellos volaban juntos. He visto en este tipo de blogs criticar a los judíos porque su primer pensamiento siempre es «¿Qué es bueno para los judíos?» Pero esto es una virtud, no un vicio. En lugar de dejar solo al hermano, ayudarse unos a otros es una virtud y todos la tienen menos nosotros. Y es por eso que estamos siendo conquistados y sojuzgados en nuestros propios países, sin necesidad de que se dispare una bala.

About the non-clannishness of the whites

I really think that Jewish IQ is higher than White IQ and have no problem with that. Have you any problem knowing that there are people smarter, prettier or better than you? If you do that, you are a poor man and you have low self-esteem.

But IQ is not the most relevant thing. In any given field, there are more White intelligent people than Jewish intelligent people, because, although Jew are more intelligent, there are a tiny minority in the world and in USA. This does not explain the success of Jewish people, which is almost total: in finance, in politics, in media, in business, in international organizations, etc…

What makes Jews powerful is to be clannish in the only non-clannish society in the history of the world: Western society. There were the only clannish people until some decades ago. Now, we have more clannish peoples among us.

This is why Indian average IQ is not that high, but Indian people are dominating tech and they had replaced Jews in the diamond business in Europe. If you are clannish, you can cooperate and «united we stand, divided we fall». This is the common philosophy to every people in Earth: Indian, Chinese, Muslim, Latin American (where I live), African, etc. Everybody except us.

We have another theory. We are proud of individualism!, as US people say. We want to compete in the market and let the best people win. We are color blind. We believe in meritocracy. Everybody is helping their own and birds of a feather fly together. Except white birds, that fly in different directions. Each one of them is alone and faces life alone.

Our lack of clannishness has a long history. The Catholic church forbade cousin marriage so the tribes disappeared much earlier than in other societies. Then feudalism and capitalism destroyed the extended family. The Enlightenment produced an individualistic philosophy that guided our individualistic politics and so on.

The fact is that, if you are born non-White, you have help. If you are born White, you have to face life alone. Here in El Salvador, people that want to illegally emigrate to the US are not alone. First, if they have kids, they can leave their kids with their family, sometimes for years («arrimados» call these kids and I don’t find a good English translation). Then, when they get to the US, a family or a friend lets them live in their home until they can get their own place. You are not alone.

When I was living in Dominican Republic, some decades ago, the owner of the house where I was living (a Mulatto woman) saw me suffering and she wanted to help me. She knew a man from my country (Spain, in Europe) and told him «I know a Spanish boy», thinking that this guy was going to help me because we were from the same country. In fact, Dominican people help each other in a foreign country. His response: «There are a lot of Spanish people», in a deprecatory manner.

I have seen people helping each other but not among whites. Peruvians hire other Peruvians. Jews hire Jews. Indians hire Indians. Latin American help each other. In Spain, Chinese people don’t use banks: they lend each other. They don’t buy in Spanish shops. They buy to each other. Muslim people protect each other.

Only us! We are a race of supermen, who don’t need help and are proud of flying alone. While we brag about our superiority, we are being conquered and slaved but we relish in our pride. Other people kick our ass mercilessly.

And this is the cause of the Jewish success. They were the only non-Western people that lived among us for longtime. While we were flying alone, they were flying together. I have seen in this kind of blogs criticizing Jews because his first thought is always «What is good for the Jews?» But this is a virtue, not a vice. Instead of leaving your brother alone, helping each other is a virtue and everybody has it except us. And this is why we are being conquered and subjugated in our own countries, without a bullet being shot.

Sobre la conciencia como motor del progresismo

(Tomado de esta página y traducido) Versión en inglés aquí.

Comentario 1:

En nuestra época, los enemigos de Dios son un montón de payasos, que te apuntan con una pistola a la cabeza por si acaso empiezas a reír.

En el fondo saben que son ridículos (podéis ver algunas fotos de la última moda sexual). Hace unos 35 años, cuando era joven, en una fiesta con amigos, tomé una peluca y me pinté como una mujer, con ropa de mujer, a modo de broma. Ahora el chiste es de verdad.

En otra época, no se atreverían a comportarse de esta manera, porque la gente se burlaría de ellos sin cesar.

Como se comportan de manera ridícula en privado, su propia conciencia da testimonio de ellos, ya que sus pensamientos los acusan. La conciencia (la capacidad de distinguir el bien del mal, lo verdadero de lo falso) es una mierda, incluso para los no cristianos, ver Romanos 2:14-15). No se puede desconectar, aunque se puede calmar temporalmente. Es lo que impulsa el liberalismo, el movimiento woke y cosas por el estilo.

[Romanos 2, 14-15 tiene una definición de la ley natural: «Porque cuando los paganos que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, estos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones [hoy diríamos sus cerebros], pues su conciencia da testimonio, y sus pensamientos los acusan o los excusan.»]

Esta gente se debate entre el placer que sienten al comportarse como payasos y la conciencia de saber que están haciendo mal y son ridículos. Por eso se pasan la vida reprimiendo el pensamiento de que están haciendo mal y son ridículos. Esto requiere mucha energía mental y este conflicto interno se exterioriza al ámbito público, destruyendo la sociedad y volviéndola totalitaria.

No pueden soportar la idea de que en algún lugar alguien pueda pensar mal de ellos, pueda pensar que son ridículos. Esto reaviva el conflicto interno. Por eso exigen leyes contra la LGBTIfobia y programas obligatorios de celebración LGBTI. Si todos los aplauden, podrán calmar su conciencia por un rato. Pero la conciencia es jodida y comienza a resurgir, por lo que necesitan una nueva dosis de elogios y celebración. ¿Un día para sus perversiones? ¿Un mes entero? Todas las empresas los celebran sin cesar. Nunca hay suficiente.

(Me pongo como ejemplo. Soy un hombre blanco que se casó con una mujer no blanca. Sé que mucha gente dice que el mestizaje está mal. ¿Me siento mal por esto? Para nada. ¿Quiero que esta gente se calle? Para nada. ¿Quiero leyes que prohíban este tipo de expresiones? Definitivamente no. ¿Quiero que todos celebren matrimonios interraciales? No. ¿Quiero desfilar con mi esposa y que todos me aplaudan? Esto es ridículo, preferiría no hacerlo. Realmente no me importa un bledo lo que los demás piensen de mí, porque no tengo una conciencia culpable que me atormente).

Tienen estos desfiles en los que se  comportan públicamente como los payasos y pervertidos que son en privado. Quieren la absolución de su conciencia culpable sin intentar cambiar (como hacen los cristianos). Por eso a estos desfiles los llaman “orgullo”. Se trata de que todos los aplaudan para que se sientan un poco mejor, mientras en el fondo su conciencia los acusa.

Por eso te apuntan con un arma a la cabeza. No te burles de ellos. No les digas que está mal. No les digas que no quieres aplaudir y celebrar sus tonterías. Como sabes, perdí mi trabajo porque me negué a aplaudir.


Comentario 2:

“Creo que la conciencia humana es muy dócil. Mi lectura de Romanos 2:14-15 no es que todos los gentiles (o judíos) tienen la ley escrita en sus corazones, sino que algunos la tienen y lo sabemos “cuando” sus actos siguen la ley”.

Como todo en biología humana, tiene una distribución estadística normal, una curva de campana. Hay personas con un alto sentido de conciencia, otras tienen poco sentido. Sólo los psicópatas y similares no tienen conciencia.

Esto es lo que produce la diferencia de actitudes entre ese tipo de personas. Todo el mundo conoce a una persona gay, relajada, del tipo que “vive y deja vivir”. No están tan atormentados por su conciencia y/o no practican las prácticas más degradadas y pervertidas.

“Creo que las exhibiciones directas son más agresivas que terapéuticas. La transgresión pública de viejas normas sociales es un baile de victoria o un desfile de victoria. «

Creo que son ambas cosas. Cuando hablo de la parte terapéutica, me refiero especialmente a este tipo de personas que van al desfile mayormente desnudas con el tipo de ropa que disfrutan en sus prácticas privadas pervertidas. No hay razón para que una manifestación a favor de los estilos LGBTI sea de esta manera.

Pero quieren ser absueltos, celebrados. No necesitarían esto si no se sintieran mal por ello.

Últimamente ha habido una serie de vídeos en Internet que muestran a personas trans yendo a negocios y gritándole al gerente porque usó el pronombre equivocado. El gerente intenta eludir el problema y sólo ofrece el servicio. La última vez que vi a uno de ellos fue en un video en la Ciudad de México y el gerente fue completamente educado, tuvo mucha paciencia y una gran dignidad. Mientras la persona trans le gritaba y se comportaba como un loco, el gerente sólo quería hacer su trabajo. ¿Qué fue lo que molestó tanto a la persona trans? Que el gerente se negó a aceptar el pronombre trans. Empezó a llamar  a este individuo con expresiones masculinas (lo que produjo el conflicto) y luego evitó el uso de pronombres (en español, esto es común). Pero no se refirió al cliente como “ella” y esto produjo un torrente de ira, locura y abuso en el individuo trans. Insistió e insistió y se quejó de que no le decían “ella”. Y cada vez que el gerente no hacía eso (tampoco lo llamaba “él”), se mostraba más indignado y abusivo. Un vídeo en Estados Unidos era completamente similar.

¿Pierdes la cabeza y te sientes atacado si un gerente de negocios se refiere a ti como “señora” y luego te trata de manera neutral en cuanto al sexo? Por supuesto que no. Puedes pensar que está haciendo una broma o que tiene mala vista o que ha tenido un error pasajero o no está del todo bien de la cabeza. ¿Por qué? Porque sabes que eres un hombre. Como el individuo trans. Sabe que es un hombre en el fondo y gasta toda su energía mental en negar este hecho obvio. Es la conciencia.

Supongamos que el individuo trans en la Ciudad de México sólo quisiera avanzar en la causa de los llamados “derechos trans”. Por supuesto, él quiere hacer eso, pero ¿es una pequeña empresa y una interacción mundana la mejor manera de concentrar su energía? ¿Qué tal hacer una manifestación, perseguir a los políticos y cosas así? ¿Por qué pierdes los estribos y te comportas como un loco en lugar de limitarte a protestar y quejarte? La gente solía protestar a favor del comunismo pero no se comportaban como si les hubieran dado un permiso temporal para salir del manicomio.

Es personal para ellos. Están tratando de suprimir la certeza de que son hombres. Es la conciencia.

“Algunos quieren hacernos creer que el hombre es el Animal Racional. Yo digo que Animal Racionalizador está más cerca de la verdad. »

Exactamente. Racionalizamos las cosas que hacemos mal. No necesitas racionalizar que eres hombre, que eres heterosexual, que amas a tus hijos, que te sacrificaste por un amigo, que vas a la iglesia o practicas deportes, o que eres obeso porque tienes un enfermedad.

Racionalizas tener sexo con extraños, divorciarte de tu pareja y dejar a tus hijos en una familia rota, consumir drogas, cualquier tipo de egoísmo, ser obeso porque comes como un cerdo.

Sabes que estas cosas están mal. Por eso es necesario racionalizarlas. Por eso quieres que otras personas las aprueben.

Así es la conciencia. Racionalizar es intentar calmar nuestra conciencia sin intentar cambiar nuestro comportamiento, pero esto sólo funciona temporalmente. Como dije, “la conciencia es jodida”.

Recuerdo el discurso de Michelle Williams en los Globos de Oro hace un tiempo. De la nada, expresó de manera diplomática que abortó a su bebé para seguir su carrera. Lo dijo de una forma que no recuerdo bien pero podéis buscarlo en Youtube. Era “Yo también tuve que practicar mi derecho a elegir o algo así” (a diferencia de “Maté a mi bebé” o “Tuve un aborto”: cuando usas expresiones ambiguas y evasivas, sabes que has hecho mal y no quieres esconderte detrás de esas expresiones para disfrazar tu culpa, tu conciencia).

De todos modos, recuerdo haber pensado: “¿Por qué hace eso? A nadie le importa. No es que estén discutiendo el tema del aborto. No es que esté hablando de su vida personal. Ella está recibiendo un premio, eso es todo”. Luego vi a toda la gente en el público sonriendo y aplaudiendo, haciendo falsas expresiones de simpatía (estas son las personas más narcisistas del mundo y las expresiones faciales eran muy falsas).

Y entonces me di cuenta. Estaba en busca de una ABSOLUCIÓN por haber matado a su bebé. Quería ser aplaudida por los demás para apaciguar su culpa, su conciencia. Buscaba lo mismo que yo busco cuando voy al confesionario: ser limpiado de mis pecados. Pero cuando voy al confesionario y trato de dejar de pecar, dejo de sentirme culpable por los pecados pasados. La absolución que buscan estas personas es falsa (porque no intentan dejar de pecar), por lo que sólo funciona por un tiempo.

“Dios, Padre de las misericordias, por la muerte y resurrección de su Hijo, ha reconciliado consigo al mundo y ha derramado el Espíritu Santo para el perdón de los pecados; que por el ministerio de la iglesia Dios os conceda perdón y paz, y os absuelva de vuestros pecados en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.


Comentario 3: por otra persona

Sí. El objetivo no es la tolerancia, es la validación. Pero hay otra dimensión y es el ejercicio del poder puro, pasivo-agresivo. Leí un artículo sobre un ejecutivo alemán con el último fetiche: algunos días aparece como hombre con su nombre de nacimiento y pronombres obvios, otros días aparece como mujer y usa su nombre fetiche e insiste en pronombres femeninos. ¿Te imaginas el escalofrío de placer que experimenta este pequeño monstruo, azotando a todos los que lo rodean con sus mezquinos códigos de comportamiento? Ésta es la mentalidad totalitaria; No despreciamos lo suficiente a estas personas.

About conscience as the engine behind liberalism and wokeism

(Taken from this page )

Comment 1:

In our age, the enemies of God are a bunch of buffoons, with a gun pointing to your head just in case you start laughing.

Deep inside they know they are ridiculous (you can see some pictures of the last sexual fad). About 35 years ago, when I was young, in a party with friends, I took a wig and painted myself like a woman, with women clothes, as a joke. Now the joke is real.

In other age, they wouldn’t dare to behave this way, because they would be mocked endlessly.

Since they behave in a ridiculous manner when they are in private, their own conscience bears witness for them, since their thoughts accuse them. Conscience (the ability to distinguish right from wrong, true from false.) is a b*tch, even for non-Christians, see Romans 2:14-15 ). It cannot be disconnected, although it can be temporarily soothed. It is what fuels liberalism, wokeism and the like.

They are torn between the pleasure of behaving like buffoons and the conscience of knowing that they are doing wrong and they are ridiculous. This is why they spend their life suppressing the thought that they are doing wrong and they are ridiculous. This takes a lot of mental energy and this inner conflict is externalized to the public realm, destroying society, making it totalitarian.

They cannot bear the thought that somewhere, someone can think bad of them, can think that they are fools. This revives the inner conflict. This is why they demand LGBTI-phobia laws and compulsory LGBTI celebration programs. If everybody applauds them, they can make their conscience to be quiet for a while. But conscience is a b*tch and starts raising its ugly head again so they need a new dose of praise and celebration. A day for their perversions? A whole month? All the companies celebrating them endlessly. There is never enough.

(I put myself as an example. I am a white man who married a mulatto woman. I know many people say miscegenation is wrong. I feel myself bad for this? Not at all. I want these people to shut up? Not at all. I want laws forbidding these kinds of expressions? Definitively not. I want everybody to celebrate interracial marriages? No. I want to parade with my wife and everybody applauding me? This is ridiculous, I would prefer not to do this. I really don’t give a damn what other people think of me. Because I don’t have a guilty conscience that tortures me).

They have these parades when they behave publicly like the fools and perverts they are in private. They want absolution for their guilty conscience without trying to change (like Christians do). This is why they call these parades “pride”. It is about everybody applauding them so they feel a bit better, while deep down their conscience accuses them.

So this is why they have a gun pointing to your head. Don’t mock them. Don’t tell them it’s wrong. Don’t tell them that you don’t want to applaud and celebrate their foolishness. As you know, I lost my job because I refused to applaud.


Comment 2:

“I think the human conscience is very pliant. My reading of Romans 2:14-15 is not that all gentiles (or Jews) have the law written on their hearts, but that some do and we know this “when” their acts follow the law.”

As everything in human biology, it has a normal statistical distribution, a Bell’s curve. There are people with high sense of conscience, some other have low sense. Only psychopaths’ and the like have no conscience.

This amounts to the difference of attitude between that kind of people. Everybody knows a gay person, who is relaxed, a “live and let live” kind of person. They are not that haunted by their conscience and/or they do not practice the most degraded and perverted practices.

“I think in-your-face displays are more aggressive than therapeutic. Public transgression of old social norms is a victory dance or a victory parade. ”

I think they are both. When I talk about the therapeutic part, I refer especially to this kind of people that go to the parade mostly naked with the kind of clothes they enjoy in their private perverted practices. There is no reason for a demonstration in favor of LGBTI styles to be this way.

But they want to be absolved, celebrated. They wouldn’t need this if they didn’t feel bad about it.

Lately, there have been a series of videos on the Internet showing trans people going to businesses and screaming at the manager because he used the wrong pronoun. The manager tries to sidestep the issue and only offer the service. The last time I saw one of them was a video in Mexico City and the manager was completely polite, had a lot of patience and a great dignity. While the trans person screamed at him and behaved like an insane individual, the manager only wanted to do his work. What was the thing that irked the trans person so much? That the manager refused to accept the trans pronoun. He started calling this individual as a male (which produced the conflict) and then, he avoided using pronouns (in Spanish, this is common). But he didn’t refer to the customer as “she” and this produced a torrent of anger, insanity and abuse in the trans individual. He insisted and insisted and complained about not being called “she”. And each time the manager didn’t do that (didn’t call him “he” either), he was more outraged and abusive. A video in the USA was completely similar.

Do you lose your mind and feel attacked if a business manager refers to you as a “lady” and then treats you in a gender-neutral way? Of course, not. You may think that he is doing a joke or that he has bad eyesight or that he has had a temporary mistake or it is not completely well in the head. Why? Because you know you are a man. Like the trans individual. He knows he is a man deep inside and spends all his mental energy in denying this obvious fact. It is the conscience.

Let’s suppose that the trans individual in Mexico City only wanted to advance the cause of so-called “trans rights”. Of course, he wants to do that, but is a small business and a mundane interaction the best way to focus your energy on? What about doing a demonstration, going after politicians and things like that? Why do you lose your temper and behave like an insane individual instead of only protesting and complaining? People used to protest in favor of Communism but they didn’t behave like they were given a temporary permission to get out of the asylum

It is personal for them. They are trying to suppress the certainty that they are men. It is the conscience.

“Some would have us believe that man is the Rational Animal. I say Rationalizing Animal is closer to the truth. ”

Exactly. We rationalize the things we do wrong. You don’t need to rationalize that you are a man, that you are heterosexual, that you love your children, that you sacrificed for a friend, that you go to the church or practice sports, or that you are obese because you have a disease.

You rationalize having sex with strangers, divorcing your partner and leaving your kids in a broken family, doing drugs, any kind of selfishness, being obese because you eat like a pig.

You know that these things are wrong. This is why you need to rationalize them. This is why you want other people to approve it.

So it is the conscience. Rationalizing is trying to soothe our conscience without trying to change our behavior, but this only works temporarily. As I said, “conscience is a bitch”.

I remember Michelle Williams’ speech at the Golden Globes some time ago. Out of the blue, she expressed in a diplomatic way, that she aborted her baby to pursue her career. He said it in a way that I don’t remember well but you can look it up on Youtube. It was “I also had to practice my right to choose or something like this” ( as opposed to “I killed my baby” or “I had an abortion”: when you use weasel words, you know that you have done wrong and you want to hide behind expressions to disguise your guilt, your conscience).

Anyway, I remember thinking: “Why does she do that? Nobody cares. It is not like they are discussing the topic of abortion. It is not like she is talking about her personal life. She is receiving an award, that’s it”. Then I saw all the people in the public smiling and applauding, doing fake expressions of sympathy (these are the most narcissistic people in the world and the facial expressions were so fake).

And then it dawned on me. She was in search of an ABSOLUTION for having killed her baby. He wanted to be applauded by other people to appease her guilt, her conscience. He looked for the same I look when I go to the confessional: to be cleared of my sins. But when I go to the confessional and try to stop sinning, I stop feeling guilty about past sins. The absolution these people search is fake (because they don’t try to stop sinning) so it only works for a while.

“God, the Father of mercies, through the death and resurrection of his son has reconciled the world to himself and poured out the Holy Spirit for the forgiveness of sins; through the ministry of the church may God grant you pardon and peace, and I absolve you from your sins in the name of the Father, and of the Son, and of the Holy Spirit.”


Comment 3: by another person

Yes. The goal is not tolerance, it is validation. But there’s another dimension and it’s the exercise of raw, passive-aggressive power. I read an article about a German executive with the ultimate kink: some days he shows up male with his birth name and obvious pronouns, some days he shows up female and goes by his fetish name and insists on female pronouns. Can you imagine the frisson this little freak experiences, whipsawing everyone around him with his petty behavioral codes? This is the totalitarian mindset; we don’t despise these people enough.

 

Les veritats indiscutibles del cas Letizia

[El 9 de novembre de 2023, fa més de 20 anys, vaig escriure este text i el vaig enviar a la família. Ara que Letizia està de nou en les notícies, he recuperat el text i he vist que, encara que l’estil em pareix immadur,  vaig avaluar bé la situació]

Veritat indiscutible número 1: El Príncep està enfigat.

Eixa mirada de «borrego» quan la mira… Els dos mil litres de bava que li cauen cada vegada que la sent parlar.. Algun ocasional sospir quan ix del palau, com dient «Com és possible tanta felicitat!»… No hi ha dubte: El Príncep està enfigat. Very enfigat. Fins i tot quan ella el corregeix davant de tot el món, ell la mira amb aquella mirada d’amor, orgull per ella i felicitat. El diagnòstic és clar: Enfiguitis crònica. Encara que dóna una sana enveja a aquells que mai no han estat tan enamorats.

Veritat indiscutible número 2: Letizia porta els pantalons en eixa relació.

Ui! Això es veu a tres quilòmetres! La forma en que ella li diu «Déjame hablar», com el corregeix en veu baixa cada vegada que a ell se li oblida una paraula, com sempre vol quedar al mateix nivell… És clar que, en la intimitat, ella el domina a ell com vol. Ell fa tot el que ella vol.

Me’ls imagine en el llit conjugal, mentre en el reproductor de CDs sonen marxes militars i el Príncep desfila i se li quadra a Letizia dient-li «A sus órdenes, señor».

Veritat indiscutible número 3: El Príncep i Letizia estàn farts de fer-ho.

La forma en què es toquen, la forma de posar-se davant de les càmeres, es nota que hi ha intimitat física entre ells.

Veritat indiscutible número 4: La futura Reina és una creguda insuportable.

No és només que siga «trepa»: és que s’ho creu moltíssim. La primera vegada que van parlar davant de les càmeres no li va dedicar ni una sola paraula al seu promés, encara que ell va dir unes boniques paraules sobre ella. Ella només va parlar de la seua carrera professional, de qué bé ho havia fet i com ho faria igual de bé a partir d’ara. Com dient «He sigut boníssima com periodista, i seré boníssima com a reina» (mentre ell parlava que era la dona amb la qual volia formar una família, quina diferència).

És significativa la forma en que corregeix a un Príncep i com es posa en un pla d’igualtat amb ell. O quan, a la petició de mà, el Príncep va dir que li regalava una joia caríssima. Ella va voler estar a la mateixa alçada, dient «i jo li regalaré una joia literària». Hahahahahahhahahaha. La viva encarnació del principi: «Quiero y no puedo». La «joia literària» que li regalarà segur que costarà cent vegades menys que la joia de veritat. Però ella no vol ser menys que ningú.

Veritat indiscutible número 5: La futura Reina està ben correguda.

No sols va estar vivint amb Alonso Guerrero deu anys abans de casar-se amb ell, sinó que després del divorci, va tindre una relació amb Carles Francino, periodista de TV3 i amb altres que no sabrem. La seguretat en ella mateixa, la forma en què parla la col·loquen en la categoria de «bàsicament ben follada», com va dir Terenci Moix en «El sexe dels àngels». No és que tinga res en contra de les xiques ben corregudes, només estic constatant un fet.

Veritat indiscutible número 6: Letizia segueix el model «Lady Di», no el model «Sofía».

A Letizia no la vorem mai com a Sofía, discreta, sempre en un segon pla davant de les càmeres. Ella aspira a ser l’objectiu dels flaixos, a tindre veu pròpia, a que la seua opinió siga tinguda en compte. En poques paraules, a ser protagonista i a destacar al mateix nivell que el Príncep (o més). Igual que Lady Di en els seus millors temps.

Gràcies que el Príncep està enamorat i això no li importa (almenys de moment). Com comence a estar gelós de l’atenció pública que desperta la seua parella (igual que ho va estar Carles d’Angleterra), açò pot acabar com el rosari de l’aurora.

Veritat indiscutible número 7: El lema de la Monarquia ha canviat.

Abans era «Todo por España». Ara és: «Por el interés te quiero Andrés». És obvi que el Príncep està enamorat de Letizia independentment de la seua posició. Estaria Letizia amb el Príncep si ell fóra un home pobre? Hahahahahahhahahahahahahahahahahahahahahahahaa
Que em pixeeee…!!!! Quina pregunta més estúpida!

Veritat indiscutible número 8: La informació a Espanya està (molt) manipulada.

Això ja ho sabíem des de fa anys. Però mai no ha sigut més evident que ara. La forma en què Televisió Espanyola va amagar en els seus primers telediaris que la xica era divorciada. Els mitjans de comunicació corejant les excel·lències de Letizia i parlant-ne a totes hores. Ni una sola veu discrepant. Qualsevol estranger que veja les teles espanyoles arribaria a la conclusió que el 100% del poble espanyol està contentíssim amb la futura Reina. Que no hi ha ningú que tinga cap dubte. En uns altres països, hi ha llibertat per parlar sobre la Monarquia (bé o malament). A Espanya hi ha democràcia en tot menys en això.

Veritat indiscutible número 9: Aquest és un pas més en la fi de la Monarquia.

Hi hagué una època en què els reis realment tenien el poder: manaven i es feia el que ells volien. Des que van arribar les democràcies al món occidental, això no era permissible, però les famílies reials van conseguir reciclar-se convertint-se en un símbol i podent així continuar portant el seu luxós estil de vida a càrrec del contribuent.

Ara bé, un símbol és una cosa molt etèria: es tracta d’una imatge i de la percepció que en té la gent. Si la percepció canvia, el símbol s’arruïna. El símbol de la Monarquia és que els membres de les famílies reials tenen «alguna cosa especial» que els permet representar als seus súbdits: un sentit de l’honor, una disposició a sacrificar-se pel seu país, etc.

Des de fa uns anys, els prínceps europeus són els que més estan fent per destruir aquesta percepció. Al llarg de tota Europa, els prínceps volen tindre totes les llibertats d’una persona normal, entre elles, casar-se amb qui els done la gana, divorciar-se, viure com a persones normals en l’estranger, tindre amants públiques fora del matrimoni o comparar-se amb un condó. Però això sí, seguir sent prínceps i reis. Això està molt bé per ells: tenen tots els advantatges sense els inconvenients. Però destrueix el mite de la monarquia. Encara que existeix una inèrcia històrica, cada vegada més el poble se n’adonarà que els reis no «tenen res especial»: són persones normals que han tingut la sort de nàixer en família reial. Això acaba amb el mite de la Monarquia. Encara trigarà molts anys, però és un pas mes perquè la Monarquia acabe, la qual cosa és inevitable, perquè el principi de la Monarquia xoca frontalment amb el de la democràcia. Un sospita (però no té la seguretat) que Felipe sap que les Monarquies estan condemnades i que l’únic que vol és viure la seua vida.

José Antonio ¿Contrarrevolucionario?

Tomado de https://desdemicampanario.es/2016/11/25/jose-antonio-contrarrevolucionario/

Con motivo del LXXX aniversario del asesinato de José Antonio Primo de Rivera (1903-1936), y con el objeto de repensar, conocer y difundir la obra y doctrina del fundador de Falange Española, desde el Foro Historia en Libertad hemos pedido su colaboración a una serie de filósofos, historiadores, periodistas, profesores… En días sucesivos publicaremos estas aportaciones cuya calidad no dudamos estará a la altura del homenaje merecido por el hombre que las ha suscitado.

JOSÉ MARÍA PERMUY REY. Fue militante y mando provincial y territorial de FFJJE, FE de las JONS, FEI, FE-La Falange y AES. Ha publicado artículos de contenido político y religioso en varias revistas y participado como orador y comunicante en mítines, conferencias y congresos en diversos lugares de España.

¿Puede José Antonio Primo de Rivera ser considerado un pensador contrarrevolucionario?

Antes de responder a esa pregunta, conviene aclarar qué se entiende por contrarrevolución.

Contrarrevolución es lo contrario de la Revolución, es decir, la oposición a la Revolución con el fin de instaurar y restaurar el orden social vigente antes de la Revolución.

Cuando hablamos de Revolución (con R mayúscula) no nos referimos a cualquier revuelta, insurrección o transformación social, sino concretamente al proceso de destrucción de la Cristiandad iniciado con la reforma luterana y continuado por la revolución francesa y la revolución soviética (en la actualidad, por los agentes del Nuevo Orden Mundial, relativista, totalitario y sincretista) por medio de la difusión e imposición de sus erróneas y perversas teorías teológicas, filosóficas, políticas y económicas (protestantismo, liberalismo, democracia, socialismo, capitalismo, comunismo, ideología de género, etc).

Cuando hablamos del orden social imperante en Europa antes de la Revolución, nos referimos a la Cristiandad, que consistía en una sociedad de comunidades políticas organizadas a la manera de un cuerpo místico, en el que individuos y cuerpos intermedios (familia, clases o estamentos, gremios, municipios, etc.) estaban orgánica, jerárquicamente y libremente armonizados y unidos sobre el fundamento de la ley eterna (natural y revelada) y la verdad católica, asumiendo cuanto de bueno heredaron de las civilizaciones romana y griega.

Cuando hablamos de restauración, no queremos decir que haya que copiar exactamente todas las leyes e instituciones existentes en aquella coyuntura (tampoco que haya que dar por caducas o inútiles todas ellas), sino volver a fundamentar el orden social (jurídico, político, económico) sobre las mismas bases religiosas y filosóficas que dieron lugar a la Cristiandad.

Así pues, si José Antonio apreciaba el orden social cristiano prerrevolucionario y lo consideraba un referente o modelo a seguir; si rechazaba y condenaba el proceso de subversión de ese orden social, sus causas y sus efectos, en todas su fases y manifestaciones y elogiaba los esfuerzos por ponerle freno, combatirlo y revertir la situación; si proponía la sustitución de los regímenes políticos hijos de la Revolución, por un orden social asentado sobre los mismos principios fundamentales de la vieja Cristiandad; creo que José Antonio podría ser considerado un político contrarrevolucionario.

Para demostrar que así es, nada mejor que reproducir textos del propio José Antonio.

La Cristiandad como modelo social para José Antonio

«Del siglo XIII al XVI, el mundo vivió una vida fuerte, sólida, en una armonía total; el mundo giraba alrededor de un eje». (Conferencia pronunciada en el Círculo Mercantil de Madrid. 9 de abril de 1935)

«La unidad católica: sentido total de la vida religiosa en la Edad media, es decir, ni sacrificio del individuo a la colectividad ni disolución de la colectividad en individuos, sino síntesis del destino individual y el colectivo en una armonía superior, a la que uno y otro sirven». (Cuaderno de notas de un estudiante europeo. Septiembre de 1936)

“En esta época la idea de todos es la “unidad” metafísica, la unidad en Dios; cuando se tienen estas verdades absolutas todo se explica, y el mundo entero, que en este caso es Europa, funciona según la más perfecta economía de los siglos. Las Universidades de París y de Salamanca razonan sobre los mismos temas en el mismo latín. El mundo se ha encontrado a sí mismo. Pronto se realizará el Imperio español, que es la unidad histórica, física, espiritual y teológica». (Conferencia pronunciada en el Teatro Calderón de Valladolid. 3 de marzo de 1935)

José Antonio rechaza y condena la Reforma protestante y la Revolución francesa

“El siglo XIII es probablemente el comienzo de la última edad clásica, a cuya liquidación estamos asistiendo, y ya podemos contemplar las fuerzas que la disuelven. Han operado sobre ella la Reforma y la Revolución francesa”. (Conferencia pronunciada en Zaragoza, en el cinema Alhambra. 17 de febrero de 1935)

«Todo proceso histórico es, en el fondo, un proceso religioso. Sin descubrir el substratum religioso no se entiende nada. La presente situación del mundo es, ni más ni menos, la última consecuencia de la Reforma». «En el protestantismo están ya en germen: la civilización mecánica; la interpretación económica de la vida (el éxito en los negocios humanos, señal de predestinación; idea calvinista); el capitalismo (por oposición a la función feudal de la propiedad); el optimismo (los calvinistas creen que no todos los hombres son llamados a la gracia, pero ellos se sienten todos llamados a la gracia).

La Reforma: Lutero (la fe sin las obras); Calvino (la gracia inamisible). Luego: ni esfuerzos por ganar el Cielo, ni preocupación por el Infierno. La energía se encauza hacia lo humano. Hay como un desbordamiento de alegría. Y, al lado, la irrupción de los nuevos ricos, compradores de los bienes eclesiásticos. ¿Libertad de creencias? Nada de eso; ese es ya un fenómeno del siglo XIX. La Reforma se manifiesta como una guerra santa contra lo que llama el papismo idólatra; guerra implacable y durísima: (Ginebra, Inglaterra, con los Cecil y Cromwell; Gustavo Adolfo…). En el protestantismo están ya en germen: la civilización mecánica; la interpretación económica de la vida (el éxito en los negocios humanos, señal de predestinación; idea calvinista); el capitalismo (por oposición a la función feudal de la propiedad); el optimismo (los calvinistas creen que no todos los hombres son llamados a la gracia, pero ellos se sienten todos llamados a la gracia). “El optimismo filosófico. Rousseau; el hombre es nativamente bueno. Abolengo protestante del optimismo filosófico (la gracia concedida de balde. ¿Quizá sobra el pecado original? El protestantismo sostiene que la Redención bastó para devolvernos a todos la gracia (a los elegidos, claro), sin necesidad de obras ni Sacramentos; es decir, nos reintegró del estado de penitencia (católico) al estado de inocencia) — Abolengo protestante de la “declaración de los derechos del hombre” . Las “declaraciones” exceden del pensamiento de Rousseau (el individuo no se reserva nada, según él); pero la sustancia está en el optimismo; Rousseau lo es a machamartillo, el ser colectivo siempre quiere ser bien. (Cuaderno de notas de un estudiante europeo. Septiembre de 1936)

José Antonio critica y rechaza el liberalismo

“El liberalismo es, por una parte, el régimen sin fe: el régimen que entrega todo, hasta las cosas esenciales del destino patrio, a la libre discusión. Para el liberalismo nada es absolutamente verdad ni mentira. La verdad es, en cada caso, lo que dice el mayor número de votos. Así, al liberalismo no le importa que un pueblo acuerde el suicidio con tal que el propósito de suicidarse se tramite con arreglo a la ley electoral.

Y como para que funcione la ley electoral tiene que estimularse existencia de bandos y azuzarse la lucha entre ellos, el sistema liberal es el sistema de la perpetua desunión, de la perpetua ausencia de una fe popular en la comunión profunda de destino.

Por otra parte, el liberalismo es la burla de los infortunados: declara maravillosos derechos: la libertad de pensamiento, la libertad de propaganda, la libertad de trabajo… Pero esos derechos son meros lujos para los favorecidos por la fortuna. A los pobres, en régimen liberal, no se les hará trabajar a palos, pero se los sitia por hambre. El obrero aislado, titular de todos los derechos en el papel, tiene que optar entre morirse de hambre o aceptar las condiciones que le ofrezca el capitalista, por duras que sean. Bajo el régimen liberal se asistió al cruel sarcasmo de hombres y mujeres que trabajan hasta la extenuación, durante doce horas al día, por un jornal mísero y a quienes, sin embargo, declaraba la ley hombres y mujeres «libres». (Luz nueva en España. Artículo escrito en mayo de 1934, para el semanario España Sindicalista)

“Las últimas consecuencias del liberalismo político: pulverización de los partidos; duración efímera de los gobiernos; ferocidad en las luchas políticas; la injuria, método polémico: la Prensa insolvente; las bibliotecas nocturnas (fábricas de obreritos pedantes, que se creen cultos porque conocen un manualito tendencioso de cualquier disciplina); el hundimiento de toda jerarquía, la insolidaridad; el nacionalismo…

Las últimas consecuencias del liberalismo económico: superindustrialización (artículos de primer establecimiento fabricados al ritmo de los artículos de consumo; saturación de los mercados). Industrialización de todos los países. Concentración de capitales — Proletarización del artesanado (y, en cierto modo, de la clase media, ya, en su mayor parte, asalariada; la diferencia de salario es meramente cuantitativa pero no cualitativa; la clase media ya no tiene casa, patrimonio familiar; vive suspendida de la existencia material del jefe que la sostiene con su sueldo) — Las profecías de Carlos Marx — Las grandes crisis — El paro”. (Cuaderno de notas de un estudiante europeo. Septiembre de 1936)

José Antonio critica y rechaza el socialismo

“El socialismo vio esa injusticia y se alzó, con razón, contra ella. Pero al deshumanizarse el socialismo en la mente inhospitalaria de Marx, fue convertido en una feroz, helada doctrina de lucha. Desde entonces no aspira a la justicia social: aspira a sustanciar una vieja deuda de rencor, imponiendo a la tiranía de ayer –la burguesía– una dictadura del proletariado.

Para llegar ahí, además, el socialismo extirpa en los obreros casi todo lo espiritual, porque teme que, dejándolo vivo, tal vez los proletarios se ablanden al influjo de los vapores espirituales burgueses. Y así se aniquila en los obreros la religión el amor a la Patria.. ; en los ejemplos extremos, como el de Rusia, hasta la ternura familiar.

El liberalismo nos divide y agita por las ideas; el socialismo taja entre nosotros la sima, aún más feroz, de la lucha económica”. (Luz nueva en España. Artículo escrito por José Antonio, en mayo de 1934, para el semanario España Sindicalista, que no llegó a publicarse, en Zaragoza)

“Si la revolución socialista no fuera otra cosa que la implantación de un nuevo orden en lo económico, no nos asustaríamos. Lo que pasa es que la revolución socialista es algo mucho más profundo. Es el triunfo de un sentido materialista de la vida y de la historia; es la sustitución violenta de la Religión por la irreligiosidad; la sustitución de la Patria por la clase cerrada y rencorosa; la agrupación de los hombres por clases, y no la agrupación de los hombres de todas las clases dentro de la Patria común a todos ellos; es la sustitución de la libertad individual por la sujeción férrea de un Estado que no sólo regula nuestro trabajo, como un hormiguero, sino que regula también implacablemente nuestro descanso. Es todo esto. Es la venida impetuosa de un orden destructor de la civilización occidental y cristiana; es la señal de clausura de una civilización que nosotros, educados en sus valores esenciales, nos resistimos a dar por caducada.” (La Falange ante las elecciones de 1936. Discurso pronunciado en el Cinema Europa, de madrid, el día 2 de febrero de 1936).

José Antonio critica el fascismo y el nacionalsocialismo

“Fascismo: pretende resolver la inarmonía entre el hombre y su contorno absorbiendo al individuo en la colectividad. El fascismo es fundamentalmente falso: acierta al barruntar que se trata de un fenómeno religioso, pero quiere sustituir la religión por una idolatría. Falso además en lo económico, porque no se remueve la verdadera base: el capitalismo. Eso del sistema corporativo es una frase: conserva la dualidad: patrono-obrero, aunque agigantada en los sindicatos. Es decir, persiste el esquema bilateral de la relación de trabajo y, atenuada o no, la mecánica capitalista de la plus-valía”. (José Antonio. Cuaderno de notas de un estudiante europeo. Septiembre de 1936)

“Ejemplo de los que se llama Estado totalitario son Alemania e Italia, y notad que no sólo no son similares, sino que son opuestos radicalmente entre sí; arrancan de puntos opuestos. El de Alemania arranca de la capacidad de fe de un pueblo en su instinto racial. El pueblo alemán está en el paroxismo de sí mismo; Alemania vive una superdemocracia.

El movimiento alemán es de tipo romántico; su rumbo, el de siempre; de allí partió la Reforma e incluso la Revolución francesa, pues la declaración de los derechos del hombre es copia calcada de las Constituciones norteamericanas, hijas del pensamiento protestante alemán” (España y la barbarie. Conferencia pronunciada en el Teatro Calderon, de Valladolid. 3 de marzo de 1935).

José Antonio rechaza el absolutismo y el totalitarismo estatales

“Mañana, pasado, dentro de cien años, nos seguirán diciendo los idiotas: queréis desmontarlo [el Estado liberal] para sustituirlo por otro Estado absorbente, anulador de la individualidad. Para sacar esta consecuencia, ¿íbamos nosotros a tomar el trabajo de perseguir los últimos efectos del capitalismo y del marxismo hasta la anulación del hombre? (Discurso sobre la revolución española. Cine Madrid. Madrid, 19 de mayo de 1935).

“La divinización del Estado es cabalmente lo contrario de lo que nosotros apetecemos. Nosotros consideramos que el Estado no justifica en cada momento su conducta, como no la justifica un individuo, ni la justifica una clase, sino en tanto se amolda en cada instante a una norma permanente. Mientras que diviniza al Estado la idea rousseauniana de que el Estado, o los portadores de la voluntad que es obligatoria para el Estado, tiene siempre razón; lo que diviniza al Estado es la creencia en que la voluntad del Estado, que una vez manifestaron los reyes absolutos, y que ahora manifiestan los sufragios populares, tiene siempre razón. Los reyes absolutos podían equivocarse; el sufragio popular puede equivocarse; porque nunca es la verdad ni es el bien una cosa que se manifieste ni se profese por la voluntad. El bien y la verdad son categorías permanentes de razón, y para saber si se tiene razón no basta preguntar al rey –cuya voluntad para los partidarios de la soberanía absoluta era siempre justa–, ni basta preguntar al pueblo –cuya voluntad, para los rousseaunianos es siempre acertada–, sino que hay que ver en cada instante si nuestros actos y nuestros pensamientos están de acuerdo con una aspiración permanente. Por eso es divinizar al Estado lo contrario de lo que nosotros queremos. Nosotros queremos que el Estado sea siempre instrumento al servicio de un destino histórico, al servicio de una misión histórica de unidad” (Discurso pronunciado en el Parlamento el 19 de diciembre de 1933)

“La idea del destino justificador de la existencia de una construcción (Estado o sistema), llenó la época más alta que ha gozado Europa: el siglo XIII, el siglo de Santo Tomás. Y nació en mentes de frailes. Los frailes se encararon con el poder de los reyes y les negaron ese poder en tanto no estuviera justificado por el cumplimiento de un gran fin: el bien de los súbditos.

Aceptada esta definición del ser –portador de una misión, unidad cumplidora de un destino–, florece la noble, grande y robusta concepción del «servicio». Si nadie existe sino como ejecutor de una tarea, se alcanza precisamente la personalidad, la unidad y la libertad propias «sirviendo» en la armonía total” (Estado, individuo y libertad. Conferencia pronunciada en el curso de formacion organizado por FE de las JONS, el dia 28 de marzo de 1935)

«Es preciso configurar un nuevo orden, y éste es el Destino de España en nuestros días. Tenemos que afanarnos por salvar a España y al mundo entero. El Orden nuevo tiene que arrancar de la propia existencia del hombre, del reconocimiento de su libertad y dignidad. “La libertad del hombre y la dignidad humana son valores eternos e intangibles. El orden nuevo ha de arrancar de la existencia del hombre como portador de valores eternos. No participamos pues del panteísmo estatal”». «España podrá rehacer su vida por este camino, en el que se encuentran los valores cristianos y occidentales de nuestra civilización» (Conferencia pronunciada en el Cinema Alhambra de Zaragoza. 17 de febrero de 1935)

«Falange Española aspira a potenciar el valor nacional de España, no con el criterio de idolatría de las entidades naturales que informan a los partidos nacionalistas sino con el criterio que aspira a perpetuar en España la representación histórica de un sentido universal de la vida». (Conclusiones definitivas de José Antonio en el proceso de Alicante, 17 de noviembre de 1936)

José Antonio ensalza la labor de España frente a la Revolución

«España contestó siempre con la afirmación católica. Por su sentido de CATOLICIDAD, de UNIVERSALIDAD, ganó España al mar y a la barbarie continentes desconocidos. Los ganó para incorporar a quienes los habitaban a una empresa universal de salvación». (Puntos Iniciales de Falange Española. F.E., núm. 1, 7 de diciembre de 1933)

«El destino de España: la incorporación de un mundo a la cultura, a la católica. España estaba exactamente a punto (en forma) cuando el mundo presentó aquella coyuntura. España entonces asumió resueltamente la causa de la unidad católica: bula de Alejandro VI, Trento, Lepanto, Valtelina, Guerra de los 30 años…». (Cuaderno de notas de un estudiante europeo. Septiembre de 1936)

«España supo ser fuerte, sobria, austera y supo sacrificarse por lo espiritual, sabiendo ser heroica sobre todas las cosas y hacer morir a los suyos cuando hizo falta. España no tuvo banderías mientras no perdió su fuerza. Y sin banderías y sin partidos políticos luchó gloriosamente, teniendo por escenario toda la faz de la tierra y por enemigo nada menos que a Satanás». (Discurso pronunciado en Cáceres. 4 de febrero de 1934)

«España en el siglo XVI es el brazo ejecutor de Dios» (Conferencia pronunciada en el Ateneo de Santander. 14 de agosto de 1934)

«Es triste y angustioso ver cómo los españoles consumen sus energías en luchar unos contra otros, pensando sólo en solventar entre sí odios y rencores, con olvido de España, a la que tratan de rendir y aniquilar.

Por fortuna, esto no es posible lograrlo en usa nación de muchos siglos de existencia, y cuyo sentido de unidad ha perdurado siempre, aun en épocas de fragmentación territorial, en las cabezas de nuestros reyes, santos y pensadores, ni con una nación de tal contextura espiritual que, al descubrir para la Humanidad un nuevo continente, lejos de abusar de su poderío y explotar a los indígenas, empieza por declararlos iguales a los españoles.

Mas España comienza a perder su propio estilo y personalidad cuando por obra de las doctrinas rousseanianas y de la Revolución francesa, surgen las divisiones en territorios y regiones; cuando, por no mirarse de frente a España, abarcándola total y absolutamente, sino desde un punto de vista particular de clase o de interés, nacen los partidos políticos; esto es, cuando se niega la existencia de ciertas verdades permanentes, se admite la teoría absurda de que las sociedades políticas son consecuencia de un pacto expresado mediante sufragio» (Discurso pronunciado en Callosa de Segura. 22 de julio de 1934)

José Antonio propone el retorno a la unidad religiosa de Europa y de España

“Solución religiosa: el recobro de la armonía del hombre y su contorno en vista de un fin trascendente. Este fin no es la patria ni la raza, que no pueden ser fines en sí mismos: tienen que ser un fin de unificación del mundo, a cuyo servicio puede ser la patria un instrumento; es decir, un fin religioso. — ¿Católico? Desde luego, de sentido cristiano”.

Y así acaso un día vuelva a encenderse sobre Europa unificada la alegría católica”.

“Alemania: llegará a ser un sistema profundo y estable si alcanzase sus últimas consecuencias: la vuelta a la unidad religiosa de Europa; es decir, si se aparta de la tradición nacionalista y romántica de las Alemanias y reasume el destino imperial de la casa de Austria”. (Cuaderno de notas de un estudiante europeo. Septiembre de 1936)

«Falange Española de las J.O.N.S. contempla al pueblo en su integridad y quiere vitalizarlo del todo: de una parte, implantando una justicia económica que reparta entre todos los sacrificios, que suprima intermediarios inútiles y que asegure  a millares de familias paupérrimas una vida digna y humana. Y, de otra parte, compaginando esa preocupación económica con la alegría y el orgullo de la grandeza histórica de España, de su sentido religioso, católico, universal, de  sus logros magníficos, que pertenecen por igual a los españoles de todas clases». (Discurso pronunciado en Pamplona en un Centro local de Falange. 15 de agosto de 1934)

José Antonio propone reconstruir España sobre la base de la religión católica, que el Estado debe reconocer como única verdadera, inspirándose en ella y reconociendo sus deberes para con la Iglesia

«La interpretación católica de la vida es, en primer lugar, la verdadera «. (Puntos Iniciales de Falange Española. F.E., núm. 1, 7 de diciembre de 1933)

«Así, pues, toda reconstrucción de España ha de tener un sentido católico». (Puntos Iniciales de Falange Española. F.E., núm. 1, 7 de diciembre de 1933)

«Nuestro Movimiento incorpora el sentido católico –de gloriosa tradición y predominante en España- a la reconstrucción nacional» (Norma Programática de Falange Española de las J.O.N.S. Noviembre de 1934)

«El Estado nuevo se inspirará en el espíritu religioso católico tradicional en España y concordará con la Iglesia las consideraciones y el amparo que le son debidos». (Puntos Iniciales de Falange Española. F.E., núm. 1, 7 de diciembre de 1933)

José Antonio propone la reconstrucción de una sociedad orgánica y jerárquica respetuosa del hombre concreto y de la autoridad de los cuerpos intermedios

“La construcción de un orden nuevo la tenemos que empezar por el hombre, por el individuo, como occidentales, como españoles y como cristianos; tenemos que empezar por el hombre y pasar por sus unidades orgánicas, y así subiremos del hombre a la familia, y de la familia al Municipio y, por otra parte, al Sindicato, y culminaremos en el Estado, que será la armonía de todo” (Discurso sobre la revolución española. Madrid, 19 de mayo de 1935).

“El individuo, como portador de un alma, como titular de un patrimonio; la familia, como célula social; el Municipio, como unidad de vida, restaurado otra vez en su riqueza comunal y en su tradición; los Sindicatos, como unidad de la existencia profesional y depositarios de la autoridad económica que se necesita para cada una de las ramas de la producción. Cuando tengamos todo esto, cuando se nos integre otra vez en un Estado servidor el destino patrio, cuando nuestras familias y nuestros Municipios, y nuestros Sindicatos, y nosotros, seamos, no unidades estadísticas, sino enteras unidades humanas, entonces, aunque no formemos cola a las puertas de los colegios para echar los papelitos que acaso nos obligaron a echar nuestros usureros o nuestros amos, entonces sí podremos decir que somos hombres libres” (Discurso pronunciado en el Frontón Betis. Sevilla, 22 de diciembre de 1935).

“Así, el nuevo Estado habrá de reconocer la integridad de la familia, como unidad social; la autonomía del Municipio, como unidad territorial, y el sindicato, el gremio, la corporación, como bases auténticas de la organización total del Estado” (FE, núm.1, 7 de diciembre de 1933). “Interviene, pues, el individuo en el Estado como cumplidor de una función, y no por medio de los partidos políticos; no como representante de una falsa soberanía, sino por tener un oficio, una familia, por pertenecer a un municipio. Se es así, a la vez que laborioso operario, depositario del poder. Los sindicatos son cofradías profesionales, hermandades de trabajadores, pero a la vez órganos verticales en la integridad del Estado. Y al cumplir el humilde quehacer cotidiano y particular se tiene la seguridad de que se es órgano vivo e imprescindible en el cuerpo de la Patria. Se descarga así el Estado de mil menesteres que ahora innecesariamente desempeña. Sólo se reserva los de su misión ante el mundo, ante la Historia. Ya el Estado, síntesis de tantas actividades fecundas, cuida de su destino universal. Y como el jefe es el que tiene encomendada la tarea más alta, es él el que más sirve. Coordinador de los múltiples destinos particulares, rector del rumbo de la gran nave de la Patria, es el primer servidor; es como quien encarna la más alta magistratura de la tierra, «siervo de los siervos de Dios». (Estado, individuo y libertad. Conferencia pronunciada en el curso de formacion organizado por FE de las JONS, el dia 28 de marzo de 1935)

José Antonio propone revitalizar las instituciones, leyes, fueros y costumbres de la España prerrevolucionaria

“España, aunque no sea ni mejor ni peor que las demás naciones, desde luego es distinta. Tiene características muy acusadas, que es preciso respetar, si no se quiere ir al fracaso, porque sería necio el luchar contra la Naturaleza. Por otra parte, la tradición española es demasiado fuerte y rica, y nosotros no vamos a cometer el desatino de desaprovechar esas existencias y lecciones de la tradición. Nuestro país ha vivido anteriormente muchas experiencias sociales, políticas y económicas que hoy en el mundo empiezan a reivindicarse. Tenemos en nuestra Historia ejemplos de legislación agraria y ganadera que puede hoy mismo aplicarse con feliz eficacia; así como la organización por gremios y oficios, y los fueros municipales, y los montes y bienes comunales, y la «mesta», y tantas otras costumbres que nacieron y prosperaron a impulso de la necesidad propia y característica de la raza” (El Pueblo Vasco, de San Sebastián, 9 de enero de 1935)

“La Falange sabe muy bien que España es varia, y eso no le importa. Justamente por eso ha tenido España, desde sus orígenes, vocación de Imperio. España es varia y es plural, pero sus pueblos varios, con sus lenguas, con sus usos, con sus características, están unidos irrevocablemente en una unidad de destino en lo universal. No importa nada que se aflojen los lazos administrativos, mas con una condición: con la de que aquella tierra a la que se dé más holgura tenga tan afianzada en su alma la conciencia de la unidad de destino, que no vaya a usar jamás de esa holgura para conspirar contra ella” (Discurso sobre la revolución española. Madrid, 19 de mayo de 1935) “Entendida  España así, no puede haber roce entre el amor a la tierra nativa, con todas sus particularidades, y el amor a la Patria común, con lo que tiene de unidad de destino. Ni esta unidad habrá de descender a abolir caracteres locales, como ser, tradiciones, lenguas, derecho consuetudinario, ni para amar estas características locales habrá que volverse de espaldas –como hacen los nacionalistas- a las glorias del destino común” (Discurso pronunciado en el Centro local de Falange. Pamplona, 15 de agosto de 1934).

18-de-julioHasta aquí algunos textos del fundador de la Falange que demuestran, en definitiva, que, sea por casualidad o por causalidad, si comparamos el pensamiento de José Antonio con el pensamiento contrarrevolucionario de su época (carlismo, Acción Española…), no existen diferencias en lo esencial, sino coincidencias.

Deseo aclarar que para realizar esta comparativa he tenido en cuento los escritos de diversos pensadores tradicionalistas (carlistas y no carlistas), tales como Aparisi y Guijarro, Donoso Cortés, Jaime Balmes, los Nocedal (padre e hijo), Vázquez de Mella, Ramiro de Maeztu y Vázquez Pradera, entre otros. Pero no he tenido en cuenta los escritos de otros políticos falangistas, sino sólo los de José Antonio.

Es una aclaración importante, porque para comparar bien y llegar a una conclusión correcta es necesario conocer bien todas las partes comparadas. En este caso, el pensamiento contrarrevolucionario y el pensamiento de José Antonio.

Creo que uno de los motivos por los que muchos admiradores de José Antonio y muchos seguidores de la Tradición coinciden en considerar incompatibles ambos pensamientos es que no conocen bien el pensamiento del otro y, a veces, tampoco el propio.

Y a ello contribuye el hecho de que, tanto en torno al pensamiento joseantoniano como en torno al pensamiento tradicionalista, ha habido y hay muy diversas interpretaciones subjetivas distantes de la realidad.

Si un carlista, por ejemplo, confunde el pensamiento de José Antonio con lo que atribuyen a José Antonio “falangistas” liberales o “falangistas” socialistas (es decir, visiones sesgadas, parciales. incompletas, descontextualizadas, de José Antonio) es lógico que considere al fundador de la Falange un personaje ajeno a la Tradición.

Lo mismo ocurre cuando un falangista confunde el pensamiento tradicionalista español con el absolutismo o el conservadurismo político, o, por otro lado, con el carloshuguismo, que poco o nada tienen que ver con la Tradición española.

Otra consideración relevante es que, en algunos temas, José Antonio fue cambiando de parecer. Así, por ejemplo, su valoración del fascismo no es la misma al principio de la fundación de Falange que al final de su vida. Lo mismo se podría decir de su opinión sobre el corporativismo o el uso del término totalitario aplicado al Estado.

Obviamente, es su posicionamiento final lo que definitivamente define el pensamiento joseantoniano.

Teniendo en cuenta las anteriores puntualizaciones, si existen diferencias entre José Antonio y otros tradicionalistas, son de forma, no de fondo. Más que nada, de táctica política.

Una de esas diferencias entre el pensamiento joseantoniano y el de otros tradicionalistas y contrarrevolucionarios tiene que ver con la gente a la que va dirigido su mensaje. Los carlistas tratan de captar o conservar, sobre todo, a aquellos compatriotas preocupados por la situación religiosa de España, a los partidarios de la monarquía, a quienes desean conservar o restaurar los fueros.

José Antonio, que cree inminente la invasión de los bárbaros (el comunismo) y tarea prioritaria evitarla, intenta atraer a los españoles cuya principal preocupación no es el tema religioso sino la injusticia social y los abusos capitalistas, para sustraerlos al influjo y manipulación de los partidos y sindicatos marxistas.

Ello no implica que los carlistas no tuvieran un mensaje social y económico partidario de la justicia y contrario al capitalismo liberal, ni tampoco que José Antonio (como hemos leído en los textos reproducidos anteriormente) no tuviera como meta última la supremacía de lo espiritual.

Otras dos diferencias son la falta de concreción y desarrollo de que adolece el pensamiento joseantoniano en algunas cuestiones, si se lo compara con el tratamiento de esas cuestiones que hacen otros autores tradicionalistas, así como el distinto énfasis puesto en determinados temas.

En lo que respecta al desarrollo de los postulados políticos, si leemos, por ejemplo, el libro El Estado Nuevo, del carlista Víctor Pradera, comprobamos que el autor aborda la cuestión de la construcción de un nuevo Estado de principio a fin, entrando en todo tipo de detalles y de un modo íntegro y sistemático. Algo parecido podemos decir del Tratado de Derecho Político de Enrique Gil Robles.

Por el contrario, José Antonio no escribió un tratado o un libro exponiendo pormenorizadamente en qué consistía su idea del nuevo orden social que deseaba implantar en España.

Las obras completas de José Antonio se componen de breves artículos, transcripciones de conferencias y discursos (en muchas ocasiones resúmenes), intervenciones parlamentarias, entrevistas periodísticas…

Todo ello dicho o escrito con la precipitación a que le abocaba el ritmo trepidante de la política de su tiempo y la urgencia de tratar de detener el triunfo, que parecía inminente, del marxismo.

José Antonio no fue un filósofo dedicado exclusivamente a reflejar su pensamiento con tiempo, con calma y sin apremios; sino un hombre de acción; el jefe de un movimiento político, obligado a actuar bajo la presión de las circunstancias en las que tuvo que desenvolver su vida pública. Unas circunstancias (viajes por toda España y por el extranjero con fines electorales y propagandísticos, reuniones políticas, etc.) que le robaban, más que le brindaban, el tiempo necesario para plasmar con densidad y exactitud su pensamiento. Ni tan siquiera tuvo la oportunidad que tuvo un Vázquez de Mella de contar con una vida dilatada para ir desgranando sus ideas y desarrollándolas a lo largo de los años.

Todo ello no quiere decir que no le preocupasen el rigor doctrinal y lo que él llamaba constante vigilancia del pensamiento sobre la acción.

Pero sería injusto esperar de José Antonio un compendio de teoría política tan amplio y preciso como los que otros tradicionalistas y contrarrevolucionarios lograron redactar.

Ahora bien, tampoco es justo que quienes deseen profundizar en el pensamiento de José Antonio -que no surge de la nada, sino que es heredero y deudor del de otros anteriores, contemporáneos y posteriores a él-, no tomen en consideración las aportaciones de esos otros pensadores que forman parte de la escuela tradicionalista y contrarrevolucionaria española.

Lamentablemente, así como algunos tradicionalistas han menospreciado y malinterpretado a José Antonio por no no comprender  la diferencia entre lo esencial de su pensamiento. lo accesorio y el modo de expresarlo en la coyuntura que le tocó vivir, algunos falangistas y joseantonianos han idolatrado a José Antonio, considerándolo una especie de nuevo mesias inaugurador de una nueva era y predicador de un nuevo mensaje político absolutamente original y superior al de cualquier otro.

Nada más lejos de la realidad.

No trato aquí de juzgar si José Antonio fue mejor o peor que otros teóricos del pensamiento tradicional español, pero sí que, para entender la fundamentación teológica, filosófica y política de su pensamiento, y aun para ayudar a desarrollar y concretar muchas de sus propuestas temporales, es bueno, útil y conveniente recurrir a los escritos de otros autores tradicionalistas.

Nadie que admire a José Antonio y comulgue con su ideario puede querer a José Antonio encumbrado en el altar de la divinidad, sino a José Antonio encaramado sobre el faro de la Tradición católica y española que debe iluminar el pensamiento político y social.

Un José Antonio que despunta con estilo propio en su modo muy peculiar de comunicar las grandes verdades y los grandes principios, deducir sus últimas consecuencias y divulgarlos haciendo su comprensión asequible a personas de toda condición.

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(Para profundizar en el tema tratado en este artículo recomiendo la lectura de los siguientes textos:

  • José Antonio y la Tradición. Conferencias pronunciadas por José María Permuy Rey el 19 de abril de 2004 en Gerona, en la Sede de la Comunión Tradicionalista (invitado por la Asociación Gerona Inmortal) y el 20 de abril de 2004 en Barcelona en la Sede de la Asociación de Estudios Sociales (ADES)
  • José Antonio, la Falange y la Ciudad Católica. Artículo de José María Permuy. publicado en el número 37 de La Gaceta del Centenario, el 14 de marzo de 2002.
  • La interpretación católica de la vida en el pensamiento falangista. Conferencia pronunciada por José María Permuy Rey, Jefe Provincial de FE-La Falange de La Coruña, en el Aula de Cultura de Fuerza Nueva, en Madrid, el 21 de noviembre de 2002.
  • Las relaciones Iglesia-Estado en el pensamiento de José Antonio. Conferencia pronunciada por José María Permuy en la Sede Nacional de Falange Española Independiente. Madrid, 5 de junio de 1999.
  • José Antonio visto a derechas. Luis María Sandoval Pinillos. Actas. 1998. ISBN: 84-87863-66-3
  • La Tradición en José Antonio y el sindicalismo en Mella. José María Codón Fuerza Nueva. 1978. ISBN: 9788473780179
  • Catolicismo y política. La interpretación católica de la vida en José Antonio. Francisco Torres García.
  • El último José Antonio Francisco Torres García. Editorial Barbarroja. 2013. ISBN: 9788487446818
  • Sobre el pretendido “influjo directo de Marx en José Antonio”. Sigfredo Hillers de Luque. Artículo publicado en Historia en Libertad. 18 de julio de 2015.
  • Falange y Teología Católica. Sigfredo Hillers de Luque. Artículo publicado en Historia en Libertad. 19 de octubre de 2016
  • José Antonio y la Religión. Ángel David Martín Rubio Artículo publicado en Historia en Libertad. 20 de noviembre 2015.
  • Entre lo espontáneo y lo difícil (Apuntes para una revisión de lo ético en el pensamiento de José Antonio Primo de Rivera). Miguel Argaya Roca. Oviedo, TARFE, 1996. ISBN 84-921050-6-2
  • Los fundamentos de la Falange. Miguel Argaya Roca. Falange Española de las JONS. 2000.

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Todos los artículos de la serie:

http://desdemicampanario.es/etiqueta/articulos-lxxx-aniversario-jose-antonio/

La historia de Boota Singh

[En Esta noche, la libertad, los dos maestros del best-seller Dominique Lapierre y Larry Collins cuentan cómo la partición de la India británica en dos estados, India [hindú y sikh] y Pakistán [musulmán], hizo a masas de población desplazarse, dejar sus hogares y padecer todo tipo de desgracias.

Ellos simbolizan este desgarro en la historia real de un campesino sikh enamorado de una musulmana que huía. Una de las historias más conmovedoras que yo haya leído.]

El campesino sikh Boota Singh, antiguo soldado de [el último virrey inglés de la India] Mountbatten durante la campaña de Birmania, trabajaba su campo una tarde de setiembre cuando oyó gritos de terror. Vio a una adolescente correr desesperadamente arrancada a una columna de refugiados en marcha hacia el Pakistán. Agotada, la desventurada se echó a sus pies: «¡Sálveme, sálveme!», imploró.

Esta intrusión en su trozo de tierra ofreció a Boota Singh la providencial ocasión de resolver el problema que más le abrumaba: su soledad. A los sesenta y cinco años, este hombre tímido no se había casado nunca. Se interpuso entre la muchacha y su raptor.

—¿Cuánto quieres? —preguntó a éste.

—Mil quinientas rupias.

Boota Singh no pensó ni por un solo instante en regatear. Entró en su casa de barro y paja y regresó con la cantidad exigida. Hija de un campesino del Rajastán, la j oven musulmana tenía dieciséis años y se llamaba Zenib. Su llegada transformó la solitaria existencia de su bienhechor iluminándola con una presencia maravillosa. Boota Singh trató a su joven compañera como a una princesa, colmándola de todos los regalos que le permitía su modesta condición: un sari, agua de rosas, sandalias incrustadas con lentejuelas.

Para Zenib, que había sido arrancada de su familia, apaleada y violada, su tierna compasión y sus delicadas atenciones fueron tan reconfortantes como inesperadas. No tardó en sentir un vivo afecto hacia el viejo sikh. Éste se convirtió en el polo alrededor del cual gravitó en lo sucesivo su vida. Le acompañaba a los campos, ordeñaba sus dos búfalos a la salida y a la puesta del sol, dormía a su lado. A sólo unos kilómetros de la tormenta del éxodo, Boota Singh le ofrecía un puerto de paz y de amor.

Un día, mucho antes del amanecer, como lo exige la tradición sikh, sonó en el camino un alegre concierto. Escoltado por cantadores, flautistas y vecinos con antorchas, cabalgando una montura empenachada y engualdrapada de terciopelo, Boota Singh acudía para pedir su mano a la pequeña musulmana que había comprado. Un gurú que llevaba un ejemplar del Granth Sahib, el libro santo de los sikhs, le siguió al interior de la casa, donde, temblorosa en su sari de boda entretejido de oro, esperaba Zenib. Resplandeciente de felicidad, tocado con un nuevo turbante de intenso color roj o, Boota Singh se sentó j unto a su futura esposa en el suelo de tierra aplastada. El gurú les recordó las obligaciones de la vida conyugal y leyó los versículos sagrados que ambos repitieron después de él. Luego, Boota Singh se levantó, tomó el extremo de un pañuelo bordado y tendió a Zenib el otro extremo. Unidos así uno a otro, realizaron j untos cuatro lawan, describiendo cuatro círculos místicos en torno al libro santo. El gurú pudo entonces declararlos marido y mujer. Afuera, el sol se levantaba sobre los campos de Boota Singh.

Sinónimos de tantos sufrimientos para millones de penjabíes, los días venideros completarían la felicidad del viejo sikh. Su joven esposa esperaba un hijo. Esta bendición suprema parecía mostrar que la Providencia velaba sobre la tierra maldita del Penjab. Sin embargo, esta pareja feliz no se salvaría. Una cruel prueba habría de afligirles muy pronto. Para sus divididos correligionarios, Boota Singh y Zenib encarnarían la tragedia de la partición.

[…]

Foto: La hija de Boota Singh y Zenib, años después

 

 

Pero la restauración de la paz no podía borrar las dolorosas huellas dejadas por la pesadilla del éxodo. A ambos lados de la frontera trazada por el lápiz de Sir Cyril Radcliffe, subsistían el rencor e, incluso, el odio.

El lastimoso destino de un hombre, Boota Singh, el campesino sikh que había comprado a una joven musulmana que huía de su raptor, simbolizaría para millones de penjabíes las trágicas consecuencias de sus escisiones, pero también la esperanza en que la capacidad del amor del hombre pudiera triunfar sobre los más tenaces odios.

Once meses después de su matrimonio, nació una niña en el hogar del sikh y la musulmana. Conforme a la costumbre, Boota Singh abrió al azar el libro santo de lo sikhs, el Granth Sahib, y eligió para la niña un nombre que empezaba por la primera letra de la primera palabra de la página. Ésta era una «T». Puso a su hija el nombre de «Tanvir», que significa «Milagro del Cielo» o «Fuerza de la Gracia».

Ocho años después de este nacimiento, dos sobrinos de Boota Singh, furiosos por la merma que ello supondría en su herencia, denunciaron a Zenib y su hija a las autoridades que buscaban a las muj eres raptadas durante el éxodo para proceder a su repatriación. Zenib fue arrancada del lado de su marido y depositada en un campo de tránsito en espera de que fuesen hallados sus padres en el Pakistán.

Loco de dolor, Boota Singh corrió a Nueva Delhi a realizar el acto más difícil para un sikh. Se cortó los cabellos y se hizo musulmán en la gran mezquita. Convertido en Jamil Ahmed, se presentó entonces en el despacho del alto comisario del Pakistán para pedir que le fuera devuelta su mujer. En vano. Los dos gobernadores habían acordado aplicar una norma implacable: casadas o no, las mujeres raptadas debían ser devueltas a su comunidad de origen.

Durante seis meses, Boota Singh visitó todos los días a su esposa en el campo en que esperaba su traslado al Pakistán. Permanecía sentado a su lado durante horas, llorando en silencio el sueño perdido de su felicidad. Un día, supo que había sido localizada su familia y que iba a ser enviada con ella. En una conmovedora escena de despedida, Zenib juró no olvidarle jamás y regresar en cuanto pudiera.

Proclamando su calidad de musulmán, Boota Singh cursó una solicitud para emigrar al Pakistán. Fue denegada. Pidió un visado, pero recibió una nueva negativa. Repartió entonces todos sus bienes entre los pobres de su aldea, hizo un hatillo con un poco de ropa y varios utensilios, introdujo dos mil rupias en su cinturón y cruzó clandestinamente la frontera con su hija, rebautizada Sultana.

Dejando a la niña en Lahore, se dirigió al pueblo en que se había establecido la familia de Zenib. Al llegar, descubrió que su mujer se había vuelto a casar con un primo suyo a las pocas horas de bajar del camión que la había traído de la India. El pobre hombre gemía: «¡Devolvedme a Zenib ! ¡Devolvedme a mi mujer !» Fue salvajemente apaleado por los hermanos y los primos de Zenib y, luego, denunciado a la Policía por haber cruzado ilegalmente la frontera.

Ante el tribunal, Boota Singh alegó que era musulmán y suplicó al juez que le devolviera su esposa, por lo menos que la de ara expresar libremente su voluntad. Conmovido por la aflicción del anciano, el juez aceptó. El careo tuvo lugar una semana más tarde en una sala rebosante de una multitud advertida por los periódicos. Todo Lahore estaba ya al corriente y de parte de Boota Singh. Llegó Zenib, rodeada por todos los miembros de su familia. Parecía aterrorizada.

—¿Conoces a este hombre? —le preguntó el juez.

—Sí —respondió ella, temblorosa —, es Boota Singh, mi primer marido.

—¿Conoces a esta niña?

—Sí. Es nuestra hija.

—¿Deseas volver a la India con ellos?

Zenib volvió la cabeza hacia los miembros de su familia, que no apartaban los ojos de ella. Una insoportable tensión reinaba en la sala. Boota Singh contenía el aliento. Por fin, Zenib, bajando los ojos, murmuró solamente:

—No.

Un grito de animal herido brotó de la garganta de Boota Singh. Se tambaleó. Cuando recuperó el dominio de sí mismo, llevó su hija hacia Zenib.

—No puedo privarte de tu hija. Te la dejo.

Mientras hablaba, había sacado del bolsillo un fajo de rupias, que ofreció a su esposa.

El juez preguntó a Zenib si aceptaba la custodia de su hija. De nuevo, un angustiado silencio llenó la sala. Desde sus asientos, los hombres del clan de la joven le hicieron seña de que rehusase. No querían que su familia pudiera quedar contaminada con sangre sikh.

Zenib miró a su hija. Tomarla consigo habría sido condenarla a una vida de desdicha.

—No.

Boota Singh permaneció inmóvil largo rato, mirándola. Luego, cogió de la mano a su hija y salió del tribunal sin volver la vista atrás.

El pobre hombre pasó la noche llorando y rezando en el mausoleo del santo musulmán Data Ganj Bakhsh, mientras su hija dormía al pie de una columna. Al amanecer, llevó a la niña a un bazar próximo. Con las rupias que su esposa no había aceptado, le compró un vestido nuevo y un par de sandalias bordadas con hilo de oro.

Cogidos de la mano, el anciano y su hija caminaron hasta la cercana estación de Shahdarah. En el andén, explicó a la niña que nunca volvería a ver a su mamá.

Cuando la locomotora entró en la estación, Boota Singh levantó dulcemente a su hija en brazos, la estrechó contra sí y avanzó hasta el borde del andén. La niña tuvo la impresión de que se apretaba el abrazo de su padre. De pronto, se sintió caer hacia delante. Oyó un pitido y un grito desgarrador. Luego se encontró al otro lado de la locomotora. Boota Singh había saltado a la vía. Murió instantáneamente, pero, por un milagro, la niña estaba ilesa. Sobre el cuerpo destrozado del viejo sikh, la Policía encontró una carta de despedida manchada de sangre.

«Mi querida Zenib, has escuchado la voz de la multitud, pero esta voz nunca es sincera. No te guardo rencor. Mi último deseo es estar cerca de ti. Quisiera que me enterrases en tu pueblo y que vinieras de vez en cuando a poner flores sobre mi tumba».

El suicidio de Boota Singh conmovió al Pakistán. Sus funerales se convirtieron en una cuestión nacional. Sin embargo, aun en la muerte, continuaría siendo víctima del odio el viejo sikh que había creído escapar a la pesadilla comprando la felicidad por 1.500 rupias. La familia de Zenib y los habitantes de su pueblo le negaron el derecho a reposar en su cementerio. El 22 de febrero de 1957, una barricada defendida por todos los hombres del clan bajo el mando del segundo marido de Zenib se opuso al paso del féretro.

Temiendo que se produjeran disturbios, las autoridades ordenaron al cortejo fúnebre, seguido por millares de paquistaníes, que regresara a Lahore, donde los restos de Boota Singh fueron sepultados bajo una montaña de flores.

Furiosa por el honor que se había rendido al viejo sikh, la familia de Zenib envió un comando para profanar y arrasar su sepultura. Este gesto provocó la indignación de la población. De todas las ciudades y aldeas del Pakistán afluyeron millares de rupias ofrecidas para que se edificara un grandioso mausoleo al mártir del amor. Boota Singh fue de nuevo enterrado bajo una montaña de flores. Esta vez, centenares de musulmanes montaban guardia ante la sepultura del viejo sikh, afirmando con este gesto la esperanza de que, algún día, el tiempo acabaría quizá borrando del Penjab la cruel herencia del año 1947.

Ukraine aid is a great investment. Don’t let MAGA Republicans end it.

Opinion.  This is what the U.S. is getting by aiding Ukraine

Ukrainian soldiers in the 68th Jaeger Brigade prepare an FPV drone at dawn on Sept. 1 in the Luhansk region of Ukraine. The drone was intended to attack a nearby Russian military position. (Heidi Levine for The Washington Post)

The good news is that Congress, at the last minute, averted a government shutdown, at least for now. The bad news is that billions of dollars of funding for Ukraine were stripped from the continuing resolution as a sop to House Republicans who want to cut off the embattled democracy altogether.

Aid to Ukraine still has the support of roughly two-thirds of both houses — something you can’t say about many other issues — but a dangerous milestone was reached last week when more House Republicans voted against Ukraine aid (117) than voted for it (101). That reflects a broader turn in Republican opinion, with only 39 percent of Republicans saying in a recent CBS News-YouGov poll that the United States should send weapons to Ukraine and 61 percent saying it shouldn’t.

To do the right thing for Ukraine, House Speaker Kevin McCarthy (R-Calif.) will now have to go against a growing portion of the Republican base. It is, nevertheless, imperative that he show a modicum of backbone and bring a Ukraine funding bill to the floor immediately. It is not only the right thing to do morally — we have an obligation to support a fellow democracy fending off an unprovoked invasion — but it also is the right thing to do strategically. In fact, it is hard to think of any U.S. foreign policy initiative since the end of the Cold War that has been more successful or more important than U.S. aid to Ukraine.

Yes, in absolute terms, Washington has given a lot of money to Ukraine: $76.8 billion in total assistance, including $46.6 billion in military aid. But that’s a tiny portion — just 0.65 percent — of the total federal spending in the past two years of $11.8 trillion. With U.S. and other Western aid, Ukraine has been able to stop the Russian onslaught and begin to roll it back.

In the process, Russia has lost an estimated 120,000 soldiers and 170,000 to 180,000 have been injured. Russia has also lost an estimated 2,329 tanks, 2,817 infantry fighting vehicles, 2,868 trucks and jeeps, 354 armored personnel carriers, 538 self-propelled artillery vehicles, 310 towed artillery pieces, 92 fixed-wing aircraft and 106 helicopters.

The Russian armed forces have been devastated, thereby reducing the risk to front-line NATO states such as Poland and the Baltic republics that the United States is treaty-bound to protect. And all of that has been accomplished without having to put a single U.S. soldier at risk on the front lines.

That’s an incredible investment, especially compared with U.S. involvement in other recent wars. In Afghanistan and Iraq, both launched under a Republican administration, almost 7,000 U.S. troops were killed and more than 50,000 were wounded while Washington spent more than $8 trillion — only to see Afghanistan fall to the Taliban and Iraq come under Iranian influence.

Republicans who claim to worry so much about corruption in Ukraine, even though there is no evidence that any U.S. aid has been misused, seldom had anything to say about the truly pervasive corruption in Afghanistan and Iraq, which siphoned off billions in U.S. taxpayer dollars. A forensic accountant who audited U.S. spending in Afghanistan from 2010 to 2012 found that about 40 percent of $106 billion in Defense Department contracts “ended up in the pockets of insurgents, criminal syndicates or corrupt Afghan officials.” Yet Republicans never proposed to end funding for that war.

The war in Ukraine also stacks up impressively compared with other proxy wars that Republicans, under the Reagan administration, did so much to support — from Afghanistan to Nicaragua to Mozambique. In Ukraine, we don’t have to worry about our weapons going to anti-American religious fundamentalists such as the Haqqani network. We are funding a free people fighting to preserve a liberal democracy that will be a stalwart member of the Western community for years to come.

Republicans often complain that the United States is doing the heavy lifting and our European allies aren’t doing their fair share. That’s not true in the case of Ukraine. This summer, the Kiel Institute for the World Economy reported that “Europe has clearly overtaken the United States in promised aid to Ukraine, with total European commitments now being twice as large.” Yet, despite the growing European assistance, Ukraine still relies on U.S. support; even combined, Europe and the United States can barely keep up with Ukraine’s need for artillery ammunition and other munitions as it wages an industrialized war of attrition.

By funding Ukraine, we are strengthening transatlantic ties and keeping faith with our closest allies. If we were to cut off Ukraine, that would be an unspeakable betrayal not only of the people of Ukraine but also of all of Europe. Stopping Russian aggression is an existential issue for the entire continent. Cutting off Ukraine would mean that the United States is turning its back on its post-1945 security commitment to Europe — a commitment that has underpinned the longest period without a major-power conflict since the emergence of the modern state system in the 17th century.

Supporting Ukraine is also needed to deter Chinese aggression. Some on the right claim that the war in Ukraine is a distraction from the Pacific, but that’s not how the Taiwanese see it. Taiwan’s representative in Washington noted this year that supporting Ukraine — as Taiwan is doing with humanitarian assistance — “will help to deter any consideration or miscalculation that an invasion can be conducted unpunished.”

Many Republicans understand that. “It’s certainly not the time to go wobbly,” Senate Minority Leader Mitch McConnell (RKy.) said recently. But the MAGA wing of the party, led by former president Donald Trump, has turned against the war because of its isolationism and soft spot for Russian dictator Vladimir Putin, a war criminal whom some on the right ludicrously see as a champion of Christian values.

Ironically, many on the right claim to want a negotiated solution to the conflict while doing everything possible to ensure that Putin has no incentive to negotiate seriously. The more Republicans do to endanger aid to Ukraine, the more likely Putin is to assume he can outlast the West and keep fighting.

Once upon a time, Republicans understood the need to resist the “evil empire.” As a former Republican, it sickens me to see so many Republicans so eager to do Moscow’s bidding. But, mercifully, the vast majority of members of Congress — including many Republicans — still staunchly support Ukraine. McCarthy cannot let the MAGA caucus block the best investment the United States can make in its own security.

Max Boot is a Washington Post columnist, a senior fellow at the Council on Foreign Relations and the author of “The Road Not Taken: Edward Lansdale and the American Tragedy in Vietnam.” Twitter

No te preocupes, esto era inevitable

William Wildblood

(Original en inglés aquí)

Es difícil ver cómo la civilización a la que perteneces se destruye a sí misma. Especialmente cuando esa civilización ha creado muchas cosas grandes y nobles y ha alcanzado alturas que civilizaciones anteriores no habían alcanzado,  tanto a escala humana (en arte y ciencia) como a escala espiritual (en religión). Y es desconcertante que tanta gente no vea esto, aunque sospecho que más personas comienzan a hacerlo a medida que la naturaleza suicida de nuestra civilización se vuelve cada vez más evidente y su comportamiento cada vez más absurdo. 

También es extraño que tantos miembros de esa civilización parezcan empeñados en arrastrarla al fango. Podríamos hablar de envidia y resentimiento. Estos son obviamente los principales impulsores de esta conducta destructiva, pero ¿son realmente suficientes para explicar la completa locura de gran parte del comportamiento actual? No creo que lo sean. Un gran número de personas en la era moderna sufre de un profundo desorden espiritual y sólo se puede especular qué lo ha causado. ¿Es el odio a sí mismo de los decadentes? ¿O es la rebelión contra Dios de los soberbios?

Y, sin embargo, aunque es difícil permanecer impasible viendo cómo las cosas empeoran día a día, disfrazadas de nuestra relativa prosperidad (pues la gente puede soportar muchas cosas si tiene el estómago lleno), es importante que no sucumbamos a la desesperación,. La mejor manera de evitar esto es darse cuenta de dos cosas. Uno, nada dura en este mundo. Todo pasa por un ciclo de primavera, verano, otoño e invierno. Así son las cosas en un mundo en el que la decadencia o la entropía es el telón de fondo de todo, como debe ser en un mundo material (ya que sólo el espíritu perdura).

Ahora estamos en pleno invierno. Entonces debemos darnos cuenta de que Occidente tenía los defectos dentro de sus cualidades. Durante un tiempo estas últimas dominaron, pero ahora han surgido los primeros y están derribando todo el asunto. Nuestra civilización contenía las semillas de su propia destrucción y ahora han brotado y las malas hierbas están ahogando las flores. La principal cualidad de Occidente era el fuerte sentido de un yo individual y la idea relacionada de libertad. En esto se ha basado nuestra civilización. Pero la desventaja de esta cualidad es el egoísmo y, más especialmente, la tendencia del yo a sacar a Dios de su trono e instalarse allí. Esto es lo que hemos hecho tanto colectiva como individualmente. La idea de que podemos rehacer la creación a nuestra propia imagen es una consecuencia de ello.

Occidente también dio origen a «la máquina» gracias a su exploración de las ciencias naturales. Esto tuvo los beneficios que conocemos, pero también fue un monstruo tipo Frankenstein que ciertamente se volvió contra nosotros. Materialmente milagroso pero espiritualmente mortal. ¿Habríamos estado mejor sin ella? Ésa es la forma equivocada de plantearlo. La llegada de la máquina tuvo que ser así, ya que todas las posibilidades deben resolverse por sí solas al final de una era como la que nos encontramos actualmente. Podríamos haber reaccionado mejor ante ello, pero que la conciencia se centrara cada vez más en lo material produjo, de alguna forma, que fuera inevitable.

El segundo baluarte contra cualquier desesperación que pueda surgir a medida que nuestro mundo se desmorona es darnos cuenta de que nuestro verdadero hogar no está aquí sino en el Cielo. Esta vida es una experiencia de aprendizaje. Sólo somos visitantes y el mundo es un puente, no un hogar.

Si estamos vivos ahora es porque estamos destinados a estar vivos ahora. Hay lecciones que podemos aprender y servicios que podemos prestar y quizás la más importante sea la que acabo de mencionar. Deberíamos valorar el pasado pero no podemos preservarlo porque nada en él puede durar para siempre.

Por otra parte, nada bueno, nada verdadero, puede perderse jamás. Todo lo bueno aquí no es más que un vago reflejo de una realidad en otros lugares. La perfección existe pero no está aquí. Este mundo es sólo para hacernos dignos de él. La civilización material de Occidente está pasando, pero todo lo bueno que hay en ella será recogido y absorbido en el Cielo.