Immigración y cuestión religiosa. Juan Manuel de Prada

Inmigración y cuestión religiosa (I)

Santo Tomás estableció las obligaciones de la hospitalidad, pero también sus límites

Juan Manuel de Prada

Juan Manuel de Prada

Sacado de ABC :

Francisco afirmó recientemente que «el mundo se olvidó de llorar», para evitarse la molestia de brindar una respuesta ponderada y concienzuda al problema espinoso de la inmigración. Pero lo cierto es que la gente llora cada vez con más facilidad; llora con tanta profusión y desparpajo que el llanto se ha convertido en una burda artimaña a la que constantemente recurren los demagogos. Más atinado sería decir, por ejemplo, que «el mundo se olvidó de razonar»; y, refiriéndonos al declinante mundo católico, podríamos añadir que se olvidó de leer a Santo Tomás de Aquino (pero leer a Santo Tomás y razonar van de la mano). Si lo volviese a leer, al menos sus jerarquías dejarían de darnos la tabarra con pamplinas emotivistas que mezclan el deber que tienen los gobernantes de asegurar el bien común de las naciones que gobiernan con las exigencias que la misericordia nos impone hacia quien nos demanda auxilio. Pero el auxilio que nos demanda quien sufre no debe confundirse con su acogida incondicionada, como hacen quienes sólo se acuerdan de llorar, dejando que la razón sestee.

Una correcta doctrina católica empezaría por repetir las palabras de Pío XII en la constitución apostólica Exsul Familia: «Todos los hombres tienen derecho a un espacio vital familiar en su lugar de origen; en caso de que aquél se frustre, tienen derecho a emigrar y ser acogidos en cualquiera otra nación que tenga espacios libres». Donde se establece claramente que el derecho a emigrar es subsidiario; esto es, un derecho que suple o sustituye el derecho principal a tener un espacio vital familiar en el lugar de origen, cuando éste último no se pueda asegurar. Las razones por las que, en muchos casos, ese derecho principal no se puede cumplir son diversas; y en cada caso deben ser discernidas. No tiene mucho sentido, por ejemplo, acoger sin tasa personas de naciones cuyos gobernantes corruptos o malvados las obligan a abandonar su lugar de origen, infligiéndoles hambrunas o persecución, si al mismo tiempo no se trata de impedir el comportamiento malvado o corrupto de estos gobernantes. Mucho menos sentido tiene todavía acoger sin tasa personas de naciones que han sido arrasadas por la rapacidad económica y los apetitos bélicos de la plutocracia que, a la vez que esquilma países y provoca flujos migratorios de mano de obra barata, fomenta el multiculturalismo. Cualquier Estado que no sea una mera colonia tiene que denunciar y combatir con todos los medios a su alcance los designios de esta plutocracia globalista; pues servir de recipiente a los flujos migratorios que provoca sin denunciar ni combatir su estrategia es tanto como actuar de mamporrero de quienes niegan a los hombres el derecho a un espacio vital familiar en su lugar de origen.

Una vez sentada la premisa de que el derecho a emigrar es subsidiario, convendría leer con atención a Santo Tomás de Aquino, que en la Suma Teológica (Prima Secundae, cuestión 105, artículo 3) nos brinda soluciones clarividentes al problema de la inmigración, estableciendo nítidamente las obligaciones de la hospitalidad, pero también sus límites. Empieza Santo Tomás recordando algo tan elemental como que «las relaciones con los extranjeros pueden ser de paz o de guerra». Y es que, en efecto, las intenciones de los inmigrantes pueden ser pacíficas u hostiles; y es legítimo que la nación que los recibe las investigue, y también que rechace, como medida de legítima defensa, a aquellos inmigrantes que considera hostiles, entendiendo como tales no solamente a quienes tengan como propósito perpetrar crímenes o violencias, sino en general a quienes alberguen intenciones contrarias al bien común de la nación que los recibe. (Continuará)

Inmigración y cuestión religiosa (II)

Santo Tomás observa que no todos los extranjeros deben ser tratados de igual manera

Juan Manuel de Prada

Naturalmente, esta condición que debe exigírsele a todo inmigrante (que no tenga ánimo de perjudicar a la nación que lo recibe) no debe ser excusa para actuaciones arbitrarias, que disfracen de legítima defensa lo que no es más que una aversión irracional hacia personas, por ejemplo, de distinta raza. Pero cuando los Estados se han convertido en colonias de poderes extranjeros y sus pobladores están invadidos por sórdidas ideologías e intereses turbios (o, todavía peor, por las ideologías e intereses de sus amos), resulta muy sencillo instalar estas aversiones irracionales, fundadas en el miedo y en la ausencia de discernimiento. De este modo, podemos llegar a atribuir intenciones pacíficas a nuestros enemigos más ensañados; o, por el contrario, intenciones hostiles a quienes nos han probado su amistad. Así ocurre, por ejemplo, en España, donde por mandato de la plutocracia globalista o de las naciones extranjeras que nos mangonean se consideran naciones amigas las que muestran sin rebozo las intenciones más hostiles (y les vendemos armas y fragatas, con las que luego estas naciones abastecen a los yihadistas o desatan guerras que provocan avalanchas migratorias incontenibles). Y, mientras tanto, otras naciones que combaten el yihadismo o protegen a los cristianos que viven en su territorio, son sancionadas y estigmatizadas como enemigas, también por mandato de quienes nos mangonean. Resulta, en verdad, sobrecogedor que Occidente haya declarado su hostilidad a aquellos países islámicos que podrían ser nuestros amigos, mientras brinda su amistad a naciones criminales que, a la vez que sirven a los intereses de la plutocracia globalista, financian el yihadismo y persiguen ensañadamente a los cristianos.

Una política inmigratoria seria tiene que negarse a seguir las consignas plutocráticas. Y, a continuación, debe discernir las intenciones de las naciones extranjeras, robusteciendo con intercambios comerciales y laborales su relación bilateral con aquéllas que hayan probado su intención amistosa; e imponiendo sanciones y medidas disuasorias contra aquellas otras que hayan demostrado intenciones hostiles (cuyos súbditos no deben ser en ningún caso admitidos, salvo cuando prueben fehacientemente su condición de refugiados, término que ahora se utiliza con una ligereza desquiciada). Una vez hecha esta distinción fundamental entre inmigración amistosa y hostil, Santo Tomás se refiere a tres posibles tipos de inmigrante pacífico: quien pasa por nuestra tierra en tránsito hacia otro lugar; quien viene a establecerse en ella como forastero; y quien quiere incorporarse por completo a la nación que lo recibe, «abrazando su religión» (más adelante nos referiremos a la complicación que el vacío religioso introduce en el problema inmigratorio). Para los dos primeros grupos, Santo Tomás considera que debe usarse la misericordia, siempre que asuman las obligaciones y responsabilidades que les corresponden; pero no se les debe permitir poseer la ciudadanía. Para quienes desean incorporarse plenamente a la nación que los recibe, Santo Tomás -aunque no fija taxativamente ningún criterio- se inclina por no admitirlos hasta la tercera generación, como propone Aristóteles, pues «no estando arraigados en el amor del bien común, podrían atentar contra el pueblo».

Vemos cómo Santo Tomás antepone siempre la noción de bien común, que exige un deseo no meramente instrumental de integrarse en la vida del país de acogida. Por último, Santo Tomás observa que no todos los extranjeros deben ser tratados de igual manera, sino que conviene examinar su grado de «afinidad» con la nación que los recibe. Lo que también aporta un criterio muy iluminador a la hora de determinar los límites a la hospitalidad debida a los extranjeros. (Continuará)

Inmigración y cuestión religiosa (III)

Sólo en las naciones donde hay un espíritu común fundado en la religión cuaja la comunidad del pueblo

Juan Manuel de Prada

Para establecer ese grado de «afinidad» que determina la integración plena de los extranjeros, Santo Tomás repara en las costumbres de los hebreos, que integraban a la tercera generación a los egipcios -en cuya tierra habían vivido en el pasado- o a los idumeos, con quienes los unían vínculos de sangre (pues eran hijos de Esaú, el hermano de Jacob). En cambio, Santo Tomás observa que los miembros de otros pueblos de clara intención hostil, como los amonitas y moabitas, nunca fueron integrados plenamente en el pueblo de Israel. Este criterio de «afinidad» tendría fácil aplicación en el caso español: los inmigrantes de pueblos con quienes los españoles tenemos vínculos de sangre (muy especialmente los pueblos hermanos de la América hispánica) deben ser incorporados en plenitud más fácilmente; y también aquellos inmigrantes procedentes de pueblos que nos hayan brindado su ayuda o acogido benignamente en circunstancias difíciles.

En cambio, los inmigrantes procedentes de pueblos que nos hayan guerreado o nos hayan infligido calamidades deberían cumplir con requisitos mucho más exigentes, o incluso ver denegada su incorporación plena. Especialmente importante debe resultar este criterio de «afinidad» con inmigrantes procedentes de otras culturas, en donde deberá valorarse especialmente el trato que en sus naciones se dispensa a nuestros compatriotas, o a los cristianos que viven en su territorio.

Aunque como añade el Aquinate, incluso los inmigrantes procedentes de naciones enemigas, «podrían ser admitidos en la asamblea del pueblo, por dispensa y en premio de algún acto virtuoso, como los israelitas hicieron con el general Aquior, jefe de los amonitas que intervino ante Holofernes en apoyo a los judíos, o con la moabita Ruth». Pero, salvo estos casos de virtud probada, debe aplicarse el criterio de «afinidad», con la vista siempre clavada en el horizonte del bien común, que exige una inmigración dirigida a la integración auténtica (lo que exige que no se permita la creación de guetos o «pequeñas naciones» en el seno del país). De ahí que deben considerarse modelos equivocados tanto el francés (que construye una falsa unidad en torno a entelequias pomposas y vacuas, llámense la República, la Democracia o el Sistema Métrico Decimal) como el modelo inglés y estadounidense, que construye una sociedad multicultural donde la verdadera comunidad política se hace inviable, por más que se fomente un archipiélago de comunitarismos fragmentarios.

¿Y cómo se crea una auténtica comunidad política? Unamuno nos lo explica maravillosamente: «¿Qué hace la comunidad del pueblo, sino la religión? ¿Qué lo une por debajo de la historia, en el curso oscuro de sus humildes labores cotidianas? Los intereses no son más que la liga aparente de la aglomeración, el espíritu común lo da la religión. La religión hace la patria y es la patria del espíritu». La liga aparente de la aglomeración la pueden mantener artificialmente durante algún tiempo los intereses económicos, o la fuerza coactiva de las leyes; pero esta liga tiende siempre a la disgregación. Y, desde luego, las avalanchas inmigratorias la erosionan, generando tensiones que, tarde o temprano, la hacen saltar en mil pedazos. Sólo en las naciones donde hay un espíritu común fundado en la religión cuaja la comunidad del pueblo, pues la religión actúa a la vez como puente expedito y como muro insalvable para los inmigrantes, sin necesidad de «efectos llamada» ni de concertinas. Y este espíritu religioso común no exige que todos los miembros de la comunidad sean creyentes por obligación, sino algo muy distinto, que explicaremos en nuestra última entrega. (Concluirá)

Inmigración y cuestión religiosa (y IV)

Mientras Europa reniegue de su identidad y la indiferencia religiosa domine las almas, todo está perdido

Juan Manuel de Prada

Sacado de ABC

Ese «espíritu común» que brinda la religión, convirtiendo a los pueblos en auténticas comunidades, como afirmaba Unamuno, no requiere que todos los miembros de la comunidad sean fervorosos creyentes. Requiere, en cambio, que creyentes y no creyentes se reconozcan en una misma tradición religiosa, en unas instituciones nacidas de esa tradición, en unos principios morales alimentados por ella, en una cosmovisión compartida. No hay comunidad auténtica donde no hay un ethos común; y ese ethos que conforma y vincula a los pueblos, capacitándolos para los esfuerzos colectivos, tiene siempre un sustrato religioso. No en vano todas las civilizaciones que en el mundo han sido han nacido de una religión; y han perecido cuando la religión que les brindaba sustento se marchitó. El empeño de Occidente por sostenerse sobre el indeferentismo religioso, convirtiendo la Democracia o la República o el Sistema Métrico Decimal en idolatría sustitutoria, es un empeño tan quimérico como suicida.

Por lo demás, sólo ese espíritu común que brinda la religión, a la vez que rechaza los espíritus adversos, permite la integración de elementos de otros espíritus compatibles. Los musulmanes creyentes y pacíficos, por ejemplo, encontrarían mucho más atractiva una sociedad cohesionada por normas morales e inquietudes espirituales; y los musulmanes fanatizados por doctrinas criminales sentirían, por el contrario, una repugnancia invencible que los mantendría alejados. En cambio, las sociedades irreligiosas, donde triunfan el individualismo y el libertinaje, provocan repugnancia en los musulmanes creyentes y pacíficos y los arrojan en brazos del fanatismo, que al menos les ofrece vínculos y normas, aunque sean perversos. Una civilización cristiana, en fin, sería tolerante con el creyente auténtico de otra religión; y resultaría intolerable para el fanático criminal. Exactamente lo contrario que una sociedad irreligiosa.

Y en esa comunidad con «espíritu común» habría caridad auténtica, pues anfitrión y huésped se reconocerían como hermanos, por ser hijos del mismo Padre. Todo lo contrario que ocurre en las sociedades irreligiosas, donde no se acoge al inmigrante por amor al prójimo, sino por postureo político coyuntural; o por suscitar -según la receta de Laclau- en el seno de la sociedad «antagonismos» que faciliten la dinámica revolucionaria (una vez que la «clase obrera» ya no se considera sujeto revolucionario); o incluso por odio sibilino pero irreprimible hacia la religión que constituyó nuestra civilización. Y quienes rechazan al inmigrante no lo hacen tampoco por amor a su patria, sino para explotar electoralmente el odio al extranjero, o para sembrar el miedo egoísta a la pérdida del bienestar material.

En las sociedades irreligiosas, en fin, hasta la Iglesia se desnaturaliza, dedicándose a las obras de misericordia… corporales, a la vez que renuncia a las espirituales, olvidando la encomienda para la que fue fundada. Así puede llegar a convertirse en un capataz al servicio del multiculturalismo, el laicismo y la apostasía. Si Europa desea brindar una respuesta a la vez disuasoria y acogedora al problema de la inmigración tendrá primero que restaurar su ethos y ofrecerse lealmente a otras culturas, dejándoles claro que no piensa dimitir de su identidad ni rendirse a los intereses de la plutocracia globalista. Mientras esto no ocurra, mientras Europa reniegue o no tenga conciencia de su identidad, mientras el escepticismo y la indiferencia religiosa dominen las almas, todo está perdido. Como nos recordaba Will Durant, «una gran civilización no es conquistada desde fuera hasta que no se ha destruido a sí misma desde dentro».


Relacionado:

Y es más reiterado en el Magisterio el derecho de los Estados a limitar, para la defensa de su patria y su patrimonio espiritual, la inmigración. Auxiliar a todos dentro de un orden, sin poner en peligro a los prójimos, a quienes nos debemos con anterioridad, por los remotos.

También «Deus Caritas Est» de Benedicto XVI explica el orden de caridad citando la Carta a los Gálatas: «Mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, pero ESPECIALMENTE a nuestros hermanos en la fe». (Galatas 6, 10).

Sobre la creació de l’ètnia de musulmans europeus

Nosaltres veiem als musulmans de la nostra terra com els més fidels a l’Islam però hi ha molta gent que no compleix.  El conflicte no és tant un conflicte religiós: es un conflicte ètnic. Fins al tio que només fa que emborratxar-se, anar a prostitutes i prendre drogues. Es un musulmà, encara que faça anys que no vaja a una mesquita. L’últim tabú d’ells és dir que un no és musulmà

Es una mentalitat de nosaltres contra els altres.  Una competició pels recursos entre dos tribus. Molt paregut al que passa en els jueus. La majoria dels jueus són ateus. Però sempre tiren per a casa.

Moltes de les adolescents musulmanes porten els seus mòbils, es posen el mocador perquè li diuen els seus pares o perquè els agrada paréixer com a diferents. Però no totes són devotes.

Es més: jo crec que la gent que ha vingut deu ser de la menys devota de tots.  Han abandonat un país on podien exercir l’Islam de forma correcta només per diners

Així que, al final, és un conflicte ètnic.  Quan un veu els pobles de la terra: els espanyols, els francesos, les tribus yanomani. : Un es pregunta: «D’on han eixit estes ètnies. I un pensa això són coses que han passat en el passat. Però ara, davant dels nostres ulls, s’està creant una ètnia.

Els immigrants de la primera generació són marroquins, algerians, …. Encara és més, són de l’ètnia bereber, l’ètnia àrab.  Encara és més: són de la tribu X o de la tribu Y.  I del poble A o del poble B

Els seus fills ni són marroquins, ni berebers, ni de la tribu X, ni del poble A.  Els fills són musulmans europeus. Esta és l’ètnia que s’està formant. Els fills ja no coneixen res de l’antic país, apenes parlen la llengua (els nets ja no la parlen) ni saben res dels grups tribals i dels pobles van a Marroc i els dona agonia, volen tornar a la Vall.

Esta gent no és marroquí però tampoc és nativa europea.  Tenen una cultura mixta i esta és la gent que està en competició amb nosaltres per als recursos
Es la que realment vol dominar perquè ells saben que són l’últim mono i estan amargats.

Els pares somnien en el seu poblet en el Marroc però els fills ja no s’adapten al Marroc.  Eixa és la dinàmica en Europa

Sobre història de l’islamisme

Sayyid Qutb, fundador de l’islamisme, va viure un temps en Estats Units en els anys 50 i va reaccionar horroritzat.

Va escriure una sèrie de llibresque posen les bases de l’islamisme modern. També cal dir que l’islamisme naix també de l’abolició del califat turc

Ell té un gir copernicà.  L’Islam sempre havia sigut la religió del poder.  Per tant, un moviment que té l’Islam com bandera no es pot rebel·lar contra un govern islàmic (com els que hi ha en el món musulmà)

Ell va eixir amb la idea de la jahiliyya.  En la narrativa islàmica tradicional, el temps abans de Mahoma es deia «el temps de la jahiliyya» (de la ignorància)

La idea és que la gent era ignorant fins que va arribar Mahoma.  Llavors, Mahoma tenia tot el dret a conquistar a eixos governs perquè eren governs de la ignorància, no eren governs islàmics

Qutb va eixir amb la idea que els governs àrabs actuals eren governs no islàmics, eren governs de la jahiliyya perquè no seguien el fonamentalisme islàmic. Això és una idea nova. A ningú se li havia ocorregut.

Per tant, és legítim lluitar i fer jihad contra estos governs. Això abans estava prohibit: no podies fer jihad contra un musulmà.

Qutb redefineix el terme «musulmà» perquè signifique «fonamentalista musulmà». I tot el que no és fonamentalista musulmà és un govern de la jahiliyya.

Així es com es van començar a formar grups islamistes contra els governs àrabs. El primer del qual són els Germans Musulmans, d’Egipte com Qutb

Es per això que el terrorisme (que estava prohibit en l’islam clàssic: només hi ha l’anècdota de la secta dels assassins, però això és algo marginal): és legítim ara

Una cosa contra les Torres Bessones era impossible perquè hi havia musulmans entre les víctimes.

Al meu parer, l’islam clàssic dura fins a la colonització europea de les nacions àrabs. El que ix després de la independència ja té mescla d’elements occidentals. I la mescla occidental es va accelerant.

L’islamisme és una reacció contra això, però al mateix temps és un exemple d’això.  L’islamisme lluita contra Occident, però té molts elements occidentals: l’alfabetització, el terrorisme (que és una invenció occidental de l’esquerra), la teoria de la colonització, el victimisme, l’ús de mitjans de comunicació, de propaganda i de la guerra psicològica.

 

Sobre l’Islam i els religiosos heretaran la terra

No sabria jo dir si els fundamentalistes musulmans dominaran el món basant-se en la seua demografia.

Ens falten dades. Cal fer estudis quantitatius. Quants poden deixar l’Islam i quants poden reproduir-se els ortodoxos. Quanta de la gent musulmana són només musulmans nominals (especialment en paisos musulmans).

Com reaccionarà l’Islam a un entorn per al qual no està dissenyat, perquè l’Islam sempre ha tingut el monopoli de la comunicació. L’islam naix en el poder. Mahoma va ser el primer Papa però va ser també el primer rei.

Estan acostumats a no tindre competició, a no tindre ningú que els discutisca. No és com el cristianisme, que passa els primers segles sent perseguits.  Ells sempre han pogut dominar tota la informació.  Ara això està canviant

La yihad contra el centro comercial

Al final, jo sí que crec que «els religiosos dominaran la terra», per usar la frase de Eric Kauffman.  Però no tenen perquè ser religiosos musulmans. En Estats Units, és més probable que els mormons, els amish, els quiverfulls i similars es facen amb el control.

Els amish estan en una explosió poblacional: creixen en progressió geomètrica.

El que és molt important, els amish no se dissolen en la modernitat: són inmunes a la modernitat.

Els amish tenen una tradició anomenada «rumspringa» que, consisteix que, quan els amish es fan joves, passen un any vivint com occidentals.  I després decideixen si volen seguir com occidentals o tornar a ser amish.

La gent que torna a la comunitat és un percentatge altíssim: més del 80 per cent. En els anys 60 era només un 60-70 per cent.  Ells proven la modernitat i no els agrada. Estan immunitzats.

Llavors, què ha passat? La gent que està més predisposada a la modernitat deixa la comunitat. I queden en la comunitat els que són més amish. Els seus fills heretaran la seua personalitat.  La comunitat cada vegada es fa més resistent a la modernitat

Llavors, els amish proven la modernitat i no els agrada. Compara-ho amb els musulmans. Els musulmans no han provat encara la modernitat.  En un país musulmà no et donen rumspringa. Inclús en paisos europeus, els teus pares tampoc diuen «fes rumspringa, fill meu»

Llavors, segurament, en el transcurs dels segles, conforme vaja ficant-se la modernitat (la cultura occidental) en paisos musulmans.  Una gran part de musulmans acabarà no sent -ho.  I quedarà un nucli de gent més fundamentalista (que serà la que més es reproduirà).

La idea és que estos fundamentalistes sí que estaran immunitzats.  Però per això cal un temps.  I este temps pot ser vital perquè unes altres comunitats religioses igualment refactàries a la modernitat els avancen en número de fills, almenys  a nivell mundial. (No parle, per exemple, dels catòlics normals, sinó de comunitats tipus kikos, jueus ortodoxos, etc)

Obviament aixo no arribarà a temps per detindre la conquesta d’Europa. Estem parlant d’un termini molt llarg.

Hem de pensar en la modernitat com un virus que impideix la capacitat de reproduir-se de l’espècie humana.  Amb el temps, es desenvoluparà immunitat.  I els que més refactaris siguen a la modernitat, seran els que dominaran la terra.

Taxa de fertilitat en Iran i Marroc.  Està mesurat en fills per dona.

Només els negres se segueixen reproduint a taxes pre-industrials

 

 

 

 

 

 

 

Sobre l’islamisme com a reacció a l’occidentalització

La yihad contra el centro comercial

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Inclús un edifici té cultura. Un centre comercial és de la cultura individualista i atomitzada que tenim en Occident i és incompatible amb la cultura jeràrquica de l’islam. Només construir eixe edifici canvia la cultura.

Un dels motius principals dels fonamentalisme és que la cultura occidental s’està ficant en totes parts en el món musulmà. Com ells són una cultura violenta, ho expressen de manera violenta, però l’angoixa és real i les seues preocupacions són reals.

Es més: al contrari dels cristians (als quals ens van enganyar dient que no passaria res), ells saben molt bé com acaba tot això. Amb tot el desastre que tenim nosaltres en els nostres paisos. La societat merdaprogre. Ja Qutb va vore això en els anys 50 en Amèrica i va reaccionar horroritzat.

Es per això que una de les primeres reivindicacions d’Al Qaeda era prohibir les antenes parabòliques, quan encara no hi havia Internet. Ells saben que estan perdent la seua cultura i estan anant cap al progre. Això produeix molta angoixa

Quant a la religió, l’islam ha sigut sempre una planta d’hivernacle. Mentre el cristianisme ha sigut atacat durant segles pel progressisme, de les formes més ferotges, l’islam només ha viscut en societats que l’afavorien de totes maneres i que llevaven qualsevol inconvenient que puguera tindre. Per tant, és dèbil i no està preparat per a les forces de la modernitat. Ara que s’obre l’hivernacle, no saben com reaccionar.

El tema de les versions de l’Alcorà és un exemple. L’islam sempre havia tingut eixa contradicció, però el poder religiós i civil feia que ningú poguera conéixer la contradicció, així que ara no saben què fer.

Si l’islam haguera crescut sense tanta protecció, els erudits musulmans hagueren buscat una solució per a esta contradicció. Però ara és més difícil perquè tenen 1400 anys de tradició per darrere, que no poden tirar fàcilment

L’islam naix en el monopoli del poder i continua en el monopoli del poder fins al dia de hui. Però ara les coses estan canviant: Internet, mòbils, comerç, la migració, les Nacions Unides i ONGs, els centres comercials, les telenovel·les turques. Llavors, la seua cultura s’està occidentalitzant

Recorde que fa uns 10 o 15 anys, en el primer Gran Hermano d’Egipte, un xic i una xica es van besar el primer dia que es van conéixer.  Va ser un escàndol. Això era impensable

 

Sobre la dreta com a reraguarda de l’esquerra

Es cert que la dreta cada vegada ho té més difícil, però el motiu no és el contingut de les seues idees.

Es veritat que:
a) les idees conservadores són cada vegada més minoritàries
b) la dreta cada vegada ho té més difícil

Això és veritat, el que no és veritat és la relació causal.  No es veritat que la raó de b) siga a).

La raó de b) és que l’esquerra control·la la moral, els mitjans, l’escola, etc. No és el contingut de les idees el que conta. L’esquerra pot imposar qualsevol idea que li done la gana amb eixe control de les ments. Algunes persones pensen que el tema transexual ha sigut un experiment de l’esquerra per vore si els seus zombies serien capaç de tragar-se qualsevol cosa.

Tampoc el contingut de les idees molesta a la dreta, perquè la dreta canvia les seues idees amb la mateixa velocitat que les canvia l’esquerra, només amb uns anys de distància.

La dreta és l’ombra de l’esquerra, que està un metre darrere de l’esquerra. Si l’esquerra avança cinc metres cap al caos, la dreta avança cinc metres exactes (com una ombra) per col·locar-se justament un metre darrere de l’esquerra.

Si digueren als que van fundar el PP (que estaven en contra del divorci), que el PP d’unes dècades després estaria a favor de LGBTI, el matrimoni gai, el feminisme «ben entés», el canvi climàtic, la teoria de gènere i unes altres favades, els haguera donat un infart.

Al final els polítics de dreta i d’esquerra comparteixen pràcticament la mateixa ideologia, que és la ideologia dels seus amos. Són els votants els que són diferents.

El rol dels polítics de dreta és que els votants de dreta vagen acceptant paulatinament totes les idees d’esquerra

Els votants de dreta són, simplement, la gent més refractària a la propaganda i al control mental. Això no vol dir que siguen refractaris al 100%, sino que són més refractaris.

El seu llavat de cervell és més lent. El paper de la dreta és donar-los una miqueta més de temps perquè funcione el llavat de cervell amb ells.

La yihad contra el centro comercial

La yihad contra el centro comercial
Gary Brecher
NSFWCORP.  20 septiembre 2013

Cuando la mayoría de expertos hablan de la oposición en Siria, la distinción usual es entre moderados e islamistas. Sospecho que para muchos de los consumidores casuales de noticias estas categorías parecen perfectamente reales y satisfactorias. De una parte, tenemos los moderados, los simpáticos […]. Contra ellos, tenemos los malos, los yihadistas, conectados con Al-Qaeda y alzando la bandera negra. [..]

Actualmente, en los twitters progresistas, hay la idea que los yihadistas son sólo una fantasía de las víctimas de Fox-News [canal conservador de televisión de Estados Unidos]. […]

El problema es que si eres un progresista de Estados Unidos […] acabas cayendo en tu propia versión del excepcionalismo estadounidense, que dice que no puede haber nada como un yihadista loco, que esa gente son sólo progresistas incomprendidos que, si Estados Unidos los dejara en paz e Israel dejara de provocarlos, pensarían de forma bastante similar a la nuestra.

Esto es un error. El excepcionalismo estadounidense es siempre provincialismo estadounidense […] No todo el mundo es como nosotros y mucha gente está intentando activamente no hacerse como nosotros. Los yihadistas son, a grosso modo, el ala armada de ese grupo.

La verdad sobre el choque de civilizaciones […] es que es en el otro sentido. El centro comercial está invadiendo el Islam, el centro comercial está tomando el control. No hay ninguna ley de sharia en Carolina del Norte [Nota del traductor: esto no es cierto en Europa, donde ciudades como Londres tienen áreas de sharia]. Sin embargo, es bien cierto que hay centros comerciales de estilo estadounidense en incluso los países islámicos más conservadores.

En Najran, en el rincón más remoto de Arabia Saudita (un estado con tanto miedo de la contaminación occidental que no emite ni siquiera visados de turismo) hay un centro comercial. Y, cuando viví allí, podía ver literalmente el conflicto entre la ley de la sharia y la cultura del centro comercial, cinco veces al día.

El centro comercial tenía un hipermercado enorme, HyperPanda […] que vendía cualquier cosa, de carne de camello a iPods. Era casi el único lugar en la ciudad donde podías caminar sin atraer la atención de la policía, sin arriesgar tu vida para cruzar la calle o morir de insolación.

Era un alivio enorme salir del sol y entrar en el centro comercial amplio, fresco y con vidrios tintados. El sol quema en Najran y el paisaje no tiene más color que el caqui del ejército, siena quemado y ocre – las ceras menos favoritas de la caja. Vas al centro comercial y los logos de todos los minoristas lujosos de Europa y Asia te guiñan el ojo y hay incluso sillas y bancos para que la abuela cansada se desplome mientras los niños prueban sus patines sobre los pisos de mármol. Nadie te disputa el espacio, para variar. El sudor se seca, te sientes más bondadoso conforme te relajas, ya no luchas con otros conductores por el derecho de continuar viviendo. Eres casi anónimo, algo muy raro en lugares como Najran.

Naturalmente, toda la ciudad va al centro comercial todas las veces que puede. Y, naturalmente, el Estado, o la cultura local – Arabia Saudí no intenta separar esos conceptos- hace todo lo que puede para mantener a raya el elemento extranjero del centro comercial. La demostración más dramática de esta contención se da en la hora de la oración. HyperPanda cubre toda la parte posterior de la segunda planta del centro comercial. Está ampliamente abierto – la pared frontal tenía 25 metros de anchura, sin nada más que unos pocos pilares para evitar que entraras.

Pero esto cambia cuando el muecín del centro comercial […] ubicado en un quiosquito bajo las escaleras mecánicas anuncia la hora de la oración.[…] Por la ley saudí todos los establecimientos comerciales deben cerrar durante la oración. Esto era bastante fácil en las tiendas tradicionales locales: espantaban los últimos clientes y colocaban una rejilla metálica alrededor de la puerta antes que los Mutawín [policía religiosa] pudieran venir y arrestarlos por atender a clientes en la hora de la oración.

Con un centro comercial moderno como HyperPanda, el cierre por oración es mucho más dramático, más parecido a un castillo preparándose para un sitio. Las primeras llamadas llegan por megafonía 15 minutos antes de la hora de la oración. Los compradores dejan de deambular en su feliz aturdimiento y comienzan realmente a buscar los productos. Las hermanas mayores reúnen a los niños pequeños. Todo el mundo empuja hacia las cajas y se forman líneas ridículamente largas. Todos están ansiosos porque la hora de la oración dura 40 minutos y nadie quiere estar atorado [atascado] en un centro comercial cerrado por tanto tiempo.[…]

Después, se produce la siguiente etapa del cierre. Un empleado de HyperPanda toma una podadera de nueve metros y engancha una de las enormes puertas enrejadas de hierro ondulado. Hay doce de esas, que cubren toda la ancha entrada y normalmente comienzan por la del medio […]

La primera puerta de hierro se cierra y las cajeras y los embolsadores trabajan ahora muy rápido, tirando los huevos con los melones. No hay tiempo para la delicadeza. Cinco minutos para la oración. Otra puerta se cierra chocando contra el suelo. Ahora los clientes deben esquivar entre las cajas y las puertas cerradas de hierro para alcanzar las pocas salidas abiertas.

Por el tiempo que la oración resuena en los amplificadores de estilo heavy-metal, sólo unas pocas cajas aún trabajan.[…]  Entonces la última puerta de metal se cierra. Desaparece toda la luz del comercio, todos los colores comerciales. La entrada de 25 metros es una pared de hierro ondulado de 8 metros de altura.

En teoría, en este punto, los Mutawín podrían ordenar que todo el mundo saliera del centro comercial en este momento […] Pero el centro comercial es el único espacio público en la ciudad y su Zona de Juegos ofrece el único lugar donde los tropecientos mil niños de Najran pueden jugar en temperaturas que no son suficientemente altas para freír un huevo.

Así que los Mutawín ignoran las familias que están sentadas en las sillas cuadradas durante la hora de la oración […]. Los viejos se desmoronan allí, los padres se desconectan, los niños no paran de moverse. Se puede ver que, para algunas de las madres, 40 minutos de ocio obligatorio son muy bienvenidos.

Y esto, solo doce kilómetros de la frontera con el Yemen. Es increíble, en serio. Increíble que el régimen tolera todo esto, porque, como los yihadistas saben, o sienten, todo cambio social es corrosivo e, incluso peor, impredeciblemente corrosivo, destruyendo normas que no parecen tener ninguna conexión directa con el cambio.

La afrenta más directa de HyperPanda a la cultura es que produce un atractivo […] a la población adolescente […] Los Mutawín (“Sociedad para la Promoción de la Virtud y la Supresión del Vicio”) tienen cientos de hombres, e incluso unas pocas mujeres, trabajando en Najran. Algunos llevan largas barbas y tocados especiales, pero otros están disfrazados. Y esa policía de la moralidad que va de incógnito lo que más hace es patrullar HyperPanda para ver si los chicos hablan con las chicas, o miran a las chicas, o tiran a las chicas trocitos de papel doblado con sus números de  celular. Esto último es quizás la mayor amenaza a la moralidad de la ciudad e HyperPanda es la escena de la mayoría de esos crímenes. Los Mutawín montan rutinas de vigilancia con varios policías, con algunos disfrazados como malayos y filipinos, para detectar cualquier contacto heterosexual en el centro comercial.

La cultura, la ley, son muy claras. Nada de tontear antes del matrimonio y esto incluye el coqueteo en HyperPanda. Las reglas del centro comercial son muy claras también: es un lugar obvio para los chicos y las chicas para mirarse entre ellos. Cuando el centro comercial choca con la cultura, se producen travesuras – y a veces, siguen asesinatos, con los familiares de la chica que ha sido puesta en peligro cazando y matando el chico que la abordó.

Hace diez años, el centro comercial no existía. Los teléfonos celulares, el otro aspecto que contribuye a la delincuencia de los menores en Najran, sólo han existido por 20 años, como la Internet que da a las chicas nociones románticas, gracias a las telenovelas sudcoreanas que todas ven.

Todo se inclina hacia el centro comercial, se aleja de las viejas normas, y la resistencia es siempre inútil y, aún peor, ridícula. Cada día, un trozo de esa resistencia se rompe. Ayer fue el nuevo jefe de los mutawín admitiendo que no hay base en las escrituras para prohibir a las mujeres manejar autos.

Esto enfurecerá a los hombres saudíes, porque, aunque se consideran muy devotos, este nunca fue un argumento religioso. La ortodoxia nunca lo es; es siempre lo que es cómodo y familiar.[…]

Los chicos en Najran ya odian a los mutawín. Ven a jóvenes coqueteando en la televisión occidental y a policías cazando criminales adultos, y les parece ridículo que tantos policías se dedican todo su tiempo a la prevención del coqueteo. Ahora que el Rey ha ordenado a los mutawín ser simpáticos, el odio se volverá desprecio. Fragmentos de las antiguas paredes comenzarán a caer todavía más rápido.

Es difícil ver cómo de defensiva es la yihad, cuando llegas de la patria de los centros comerciales. Al principio, cuando llegas a un sitio como Najran, notas qué extraño y molesto es todo, qué diferente es de California. Poco a poco, comienzas a darte cuenta que se están añadiendo todos los ingredientes de California a la mezcla.

Es increíble lo bien que la mayoría de gente maneja esta mezcla volátil e inestable. Cuando se inunda a la gente con tanta cultura y tecnología extranjeras, se esperarían agitaciones más salvajes de las que se ven, especialmente en patriarcados rurales como los que una vez funcionaron sin desafíos en Arabia Saudita. No es una sorpresa –  en absoluto – que una parte de los hombres jóvenes de ese país se unan a la yihad. La sorpresa es que son tan pocos los que lo hacen.

 

 

Para teoría – Sobre la cultura de la vergonya i la cultura de la culpa (incorporar)

Es curiós. El primer exemple que vaig tindre d’això va ser fa moltíssim temps. Jo vivia a Barcelona i feia de voluntari en una llar d’acollida per a xiquets. Quin any seria? 1993? Quan encara no m’havia fet tan egoista com ara.

En la llar d’acollida hi havia una xiqueta musulmana. Crec que s’anomenava Samira.

Un dia el responsable de la llar, que era un xic jove, però a mi em pareixia madur, perquè jo era més jove, em va agafar i em va dir. El recorde com si fora ahir:

«Mira, Vicent, hi ha dos tipus de persones. Aquells que, davant d’un error, diuen «la culpa la tinc jo», la qual cosa dona pas a una actitud més depresiva  I la gent que diu: «La culpa la tens tu!» [encara recorde com m’assenyalava amb el dit de forma molt acusada mentre deia això]

«Esta xiqueta, Samira, és de la segona classe. Quan fa algo roí, ens acusa a nosaltres. Quan fa una pataleta i la portem a la força al seu quarto. Tingues compte en no mirar-la als ulls mentre l’arrossegues.  Perquè si la mires als ulls, encara es posa més agressiva i es resisteix amb totes les forces.»

Dècades després, quan llegia sobre les cultures de la culpa i de la vergonya, jo pensava: «Això és el que m’estava dient este xic sobre Samira».

Cap cultura és pura, però la nostra cultura tira cap a la culpa i la cultura musulmana tira cap a la vergonya. El cristianisme és una religió de la culpa, com els profetes d’Israel, com a mínim des del profeta Jeremies (segle VII a.C). Mentre que l’Islam és una religió de la vergonya.

Es per això que els musulmans mai reconeixen que han fet res roí. La culpa la tenen sempre els altres. Quan miraven a Samira als ulls, ella se sentia jutjada, rebutjava la culpa posant-se més agressiva.

Els assassinats rituals porten la lògica de la vergonya. En l’Islam tradicional, una dona que és violada és un gran deshonor per ella i per la família, perquè la gent pot sospitar que ella ha provocat això amb la seua conducta indecent. El que sol fer la gent és emigrar.

Per exemple, en un llibre que vaig llegir jo sobre una musulmana que es va convertir al cristianisme, el tio abusava de la xiqueta.  Quan la família va enterar-se, van emigrar a Estats Units perquè la gent no parlara. Van dir que se n’anaven perquè els fills tingueren una vida millor.

Si no es pot emigrar, una opció són els assassinats d’honor.

Una dona queda embarassada sense casar-se. La mare normalment li diu al pare que la mate. Es l’única forma que el deshonor no s’estenga a la família. El deshonor es contagia, com un virus.

Si el pare no la mata, vol dir que el pare no només l’ha criat malament sinó que, a més, aprova la seua conducta promiscua. Per tant, tota la família és deshonorable i les germanes de la xica no es podran casar.

Ningú vol casar-se en les germanes, que són deshonorables, perquè això el converteix a ell en deshonorable (una persona de mals valors per haver-se casat en eixa xica de mal valors) i ells i els seus fills seran marginats.

Així que el deshonor es contagia i l’única forma d’evitar el contagi és matar a la xica que ha sigut promiscua

Obviament, t’estic explicant la lògica de l’islam clàssic. Ara els musulmans estan més o menys occidentalitzats (al final de la presentació parle d’això) i, per tant, mesclen eixa lògica amb la lògica occidental

Ara entens millor quan veus les obres de teatre del Segle d’Or espanyol i aquella gent que deia «es mejor perder la vida que perder la honra» o matava a la xica promiscua explicant que «la mató porque perdió la honra».

Els espanyols vam copiar eixa cultura de la vergonya (de l’honor) dels musulmans, amb els quals havien conviscut per tant de temps.

Després, conforme ens vam occidentalitzar, vam tornar a la cultura cristiana de la culpa De totes maneres, cap cultura és un concepte pur.  També la cultura occidental té elements d’honor (vergonya) però predomina la culpa

O predominava quan el cristianisme estava fort. Ara cada vegada més anem a una cultura de la vergonya. La gent ha perdut el concepte de la culpa i la culpa sempre la tenen els altres. Lo important és lo que pensen de tu. Per això, assenyalar virtut a totes hores mentre un fa el que li dona la gana.

Ahir vaig aprendre una història que no coneixia sobre el tema de la cultura de la culpa, en un video sobre les arrels del Papat en l’antiga religió israelita.  https://youtu.be/xl3pD4l0K5U?t=1611

Quan el PRIMER Temple de Jerusalem estava a punt de ser destruit en el segle VII a.C, grups de sacerdots es van reunir i van pujar al teulat amb les claus del Temple (les claus són símbol d’autoritat, vore quan Jesús dona a Pere les claus del regne del Cel)

«Señor del Universo, como no hemos sido fieles y dignos de ser guardianes de estas llaves, te las devolvemos para que las guardes tú: son tuyas» I les van tirar al cel.

Imagina el que passava per la ment d’eixos sacerdots. Veien com tot el món i lo més sagrat es destruia. Lo impensable estava passant. Els exèrcits de Babilònia entraven en la ciutat i anaven a destruir el lloc més sagrat de l’Univers: el Temple.

I ells es culpaven a ells mateixos. No hem sigut dignes per ser guardians per a tu d’este lloc tan sagrat, per ser els delegats de la Teua autoritat. Els exèrcits babilònics són els instruments de Déu perquè nosaltres hem pecat, no hem sigut dignes. Nosaltres som els culpables.  Cultura de la culpa

Un musulmà pensaria: «Els exèrcits babilònics són els exèrcits de Satanàs (Sheitan) i nosaltres ho hem fet bé. Tots els rituals del Temple han sigut executats de forma correcta».

Se senten culpables els musulmans que els jueus els han llevat Jerusalem en temps recents? Gens ni mica. Cultura de la vergonya

 

Sobre els cristians com a nous rebels

«En la era del relativismo, la única rebeldía es la ortodoxia.» Peter Kreeft

Millor «En la era de la nueva ortodoxia, la única rebeldía es la ortodoxia antigua».

Els rebels som els cristians. Als progres els agrada pensar que els rebels són ells, mentre suporten la major tirania que hi ha hagut en la història de la humanitat.

Ells només són els esbirros del poder. Nosaltres som els rebels. Es per això que som menyspreats i marginats. Els rebels sempre ho són.

Fa temps estava veient un moment dels premis de la MTV.  Aixina es. Crec que era Madona i Sandra Bullock. Passen als escenaris i es donen un bes a la boca mentre tot el món aplaudeix

I jo pensava: «Això no és rebel·lia. Els rebels no són aplaudits per tots, retransmesos per una de les cadenes de TV més importants de món i afavorits pel poder».  Els rebels són menyspreats i marginats.

Sobre que el relativisme només és una arma

No hi ha relativisme. Quan es tracta de les coses que defensem els catòlics, tot és relativisme.

Però digues que penses que l’homosexualitat és una malaltia i voràs què lluny arriba el relativisme. S’ha acabat tot allò de la veritat és relativa, cadascú pot tindre la seua opinió, etc.Que l’homosexualitat no és malaltia és la VERITAT ABSOLUTA. Amb majúscules i llums per tots els llocs

El relativisme és una teoria insostenible. Per començar és auto-contradictòria («self-defeating»)

Relativisme: «No hi ha veritats, tot és una opinió». Es el relativisme una veritat absoluta? Si és així, el relativisme és fals.  Es el relativisme una opinió? Si és així, no he de seguir-la

A més, no pots construir una societat (ni tan sols una família o una relació de parella) sobre el principi del relativisme.

Senyor inspector, no he pagat els impostos perquè jo no crec en els impostos. Que jo he de pagar impostos és la seua veritat, però jo tinc la meua veritat. Vosté no pot condemnar-me perquè estem en un temps de relativisme, així que jo no tinc cap obligació d’acceptar la seua veritat relativa que hem de pagar impostos.

Supose que estos raonaments faran molta companyia en la presó.

Llavors, perquè el relativisme s’invoca tant?  Perquè el relativisme s’invoca de forma selectiva.  Es «relativismo para ti, pero no para mí»

Tot el que va en contra de la religió de l’egoisme és relatiu. El que va a favor, és la veritat absoluta. La religió catòlica? Relatiu, relatiu, que cadascú faça el que vulga. Això de Déu és tot relatiu.

Que les dones són iguals que els homes en tots els aspectes? Veritat absoluta! Com pots dubtar això, masclista, sexista, fatxa, retrògrad, reaccionari, amb xufa xicoteta que passes tot el dia en el soterrani de la casa dels teus pares masturbant-te amb porno d’Internet? Si això és la veritat absoluta! Què em dius de que tu tens una altra opinió

El relativisme sempre s’invoca de forma selectiva, perquè invocar-lo de forma universal és impossible. Es contradiu i no pots fer cap societat sobre el relativisme.

Això sempre ha sigut així i sempre serà així. El primer que introdueix el relativisme en la cultura occidental és Luter.

Luter diu «Cadascú pot interpretar l’escriptura com vulga. L’Esperit Sant el guiarà perquè la interpretació siga correcta. Sola Scriptura. Quan els altres interpretaven l’Escriptura de forma diferent de Luter, Luter agafava unes cabrejades horribles.

Luter no tenia poder polític directe (era la mascota i el presoner dels prínceps). Però Calví va tindre el poder en la ciutat de Ginebra.

Calví també creia en la Sola Scriptura. A tot el que interpretava l’Escriptura de forma diferent a ell, el ficava en la presó.Tot relativisme ell.

En realitat, Luter i Calví quan deien «»Cadascú pot interpretar l’escriptura com vulga.», només s’ho aplicaven a ells, no als altres. Relativismo para ti, pero no para mí

Com tot el món pot interpretar l’Escriptura com vulga, això vol dir que Luter i Calví podien interpretar la Bíblia com els donara la gana (sense tindre en compte el Papa, l’Església i la interpretació tradicional que s’havia donat durant els segles)

Ara bé, si tu l’interpretes la Bíblia com et dona la gana, hi ha una cel·la en la presó de Ginebra que t’està esperant, perquè tingues molt de temps per reflexionar sobre el relativisme.

Així que el relativisme sempre és un arma: s’aplica per destrossar les creences del contrari, però no s’aplica a les teues creences.